Los vecinos reclaman «iniciativas» para que haya actividad en la zona
Aunque esperan «desde diciembre» a que se atienda su petición de reunión con el alcalde, postergada sin respuesta durante estos meses a pesar de las polémicas surgidas con la caldera de biomasa, los vecinos de La Inmaculada confían en que ahora los responsables del equipo de gobierno «pisen la zona para ver sus problemas, explicar el proyecto y resolver las dudas que existen», como apunta el presidente del colectivo, Carlos Fernández. «Ahora, han dicho que vendrán», cita.
Fernández no entiende «por qué no se ha dado a conocer antes» si el Ayuntamiento de León ya envió la solicitud a Europa el 30 de marzo, incluso antes de que arreciaran las protestas por la caldera de biomasa. «Nos hubiera gustado que nos lo explicasen y esperamos que lo hagan», apunta el presidente de la asociación de La Inmaculada, quien admite que por los datos conocidos de la propuesta «sería muy bueno para el barrio, no cabe la menor duda».
El portavoz vecinal insiste en que, aunque la Comisión Europea rechaza la propuesta planteada que invertiría 5 millones en el barrio, ya que 1,2 están adscritos a la reubanización en Era del Moro, el Ayuntamiento «no debería guardarlo en el cajón». «Somos un barrio humilde al que hay que dar vida, pensar en él y ubicar iniciativas para que haya actividad y se rejuvenezca», defiende Fernández, que siempre ha sido uno de los presidentes más activos en sus reivindicaciones.
Pese a que afecta más a la zona de Cantamilanos, Fernández no olvida que además «se debe dar respuesta a las dudas sobre la caldera» y la idoneidad de ubicarla «junto al colegio de los Maristas Champagnat».