La maleza se come la cuña de los ríos en León

álvaro caballero | león

Es la cuña que forman los ríos Bernesga y Torío a la salida de la ciudad, pero podría ser un tramo de cortafuegos en mitad del monte, enfoscado de maleza. No lo es porque está dentro incluso de la capital leonesa y los carteles indican que ahí, hace seis años, se invirtieron 2,3 millones de euros de los fondos del Plan E 2010 para urbanizar las riberas en la búsqueda de la conexión del único tramo urbano que quedaba por adecentar. Pero a día de hoy, el itinerario desde la altura de la Plaza de Toros hasta el entronque con Puente Castro se ha convertido en una zona sin apenas control en la que los hierbajos crecen entre el carril bici y la senda de arena, el mobiliario urbano desaparece en la espesura y las altas temperatura y su estado de sequía alertan de que cualquier chispa tendrá buena acogida para hacer correr el fuego.

El paseo se pierde entre la maleza que come la definición de la senda por momentos, sobre todo en el entorno del parque de La Lastra. No ha habido desbroce, ni atención, ni cuidado en los 3,,1 kilómetros que conforman la senda. Nadie ha intervenido ni en la primavera ni ya metido el mes de julio, a pesar del bando del alcalde en el que se recuerda a los propietarios de los solares la obligación de cumplir con la limpieza, bajo la advertencia de que se exponen a multas. Aquí, la propiedad se reparte entre la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y el Ayuntamiento, sin que ni el organismo regulador de cuenca, ni la administración municipal hayan atendido lo que marca la ordenanza.