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tribunales

17 años de prisión a un leonés que quiso volar el Ayuntamiento de Hondarribia

Vino a curarse unas quemaduras en el Hospital ; su esposa regentaba un bar de León.

Fachada del Ayuntamiento de Hondarribia, en imagen de archivo. DL

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León

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miguel ángel zamora | león

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha impuesto una pena de 17 años de prisión a un leonés juzgado por intentar volar el Ayuntamiento de Hondarribia (Guipúzcoa) en octubre de 2013. El acusado también provocó daños importantes en la comunidad de vecinos en la que disponía de al menos un inmueble y a resultas de lo ocurrido sufrió quemaduras, que vino a curarse al Hospital de León. La Ertainzta lo localizó porque su esposa regenta un negocio de hostelería en León, donde trató de localizarlo telefónicamente. Tras esa llamada, horas después se presentó voluntariamente en dependencias policiales, acompañado de un abogado.

De acuerdo al apartado de hechos probados de la sentencia, que obra en poder de este periódico, sobre las 23:08 horas del día 22 de octubre de 2013, el acusado, con conocimiento de que se le había prohibido la entrada en la localidad de Hondarribia por los daños causados inicialmente en la comunidad de vecinos, y con ánimo de incumplirla acudió a la población conduciendo el vehículo de su propiedad, concretamente a la calle Pampinot, donde estacionó su vehículo, calle donde se encuentra la fachada trasera del Ayuntamiento de Hondarribia.

El acusado portaba en el maletero de su vehículo una bombona de gas butano de 13,9 litros de capacidad, que se encontraba llena, una garrafa de cinco litros que contenía un líquido combustible presumiblemente aceite y otras dos garrafas de 5 litros cada una que contenían gasolina, las cuales, estaban llenas al 80%, un trozo de manguera de 1,5 metros y una caña de bambú de 1,5 metros de longitud.

Llevaba dichos objetos con la intención de explosionar el edificio del Ayuntamiento de Hondarribia, sabiendo que con ello pondría en peligro la vida e integridad física de las personas que se encontraban en el interior de las oficinas del Ayuntamiento y en edificios aledaños y de quienes pasaran por ese lugar.

COLOCÓ UNA MECHA

Con tal finalidad, el procesado colocó una cuerda a modo de mecha como fuente de ignición de los referidos líquidos y gas, uno de cuyos extremos colocó en el interior del maletero y otro en el exterior. Encendió el extremo que se encontraba en el exterior y se alejó unos metros del lugar. En ese momento salió de las oficinas del Ayuntamiento un testigo, que pasó al lado del vehículo, vio que de su maletero salía la referida cuerda que estaba ardiendo y se quedó a unos metros del vehículo, viendo al acusado, que se escondía parcialmente en los dinteles de edificios cercanos. Se acercó al lugar un ciclista, quien habló con el mencionado testigo, momento que aprovechó el acusado para introducirse en el coche y marcharse del lugar, sin haber llegado a conseguir su objetivo de explosionar el Ayuntamiento por causas ajenas a su voluntad al haber sido sorprendido».