de frente y de perfil
Silván rima con ciudad
El alcalde saca brillo a un año y 76 días de gobierno en León sin darse importancia y con un discurso lleno de frases hechas.
ana gaitero | león
Empezó con una cifra —las 50.000 pernoctaciones a mayores que ha traído el AVE a la ciudad en un año— y terminó con un cántico a la responsabilidad, palabra que repetía como un mantra cada vez que salía a colación lo del gobierno de Madrid. Con la de gallos (y gallinas) que cantaban ayer en la Villa y Corte.
Lo bueno de Antonio Silván es que su discurso, como la sonrisa, vale lo mismo para un roto que para un descosido. Para la integración del AVE o la de Feve. La cuestión es que ahora «hemos cogido el toro por los cuernos», dijo para resumir la cuestión.
Si no funciona el argumentario, o simplemente no lo hay, tira de memoria histórica, como hizo ante la nada en la que se encuentra la integración de Feve, con lengua afilada.
Cuando parece que la pregunta le ha puesto un poco nervioso, sale el alcalde que lleva dentro y se crece. Entonces recuerda aquel «tranvía sin vía» en San Marcelo y el «inicio ficticio de aquellas obras» en Padre Isla. Agua pasada sí mueve molino, si se trata de sacar pecho por León: Ahí están Inditex y Mercadona, que llegaron en la época socialista y brillan para la nueva era del Partido Popular que, con sus «luces y sombras», con su optimismo natural, trata de iluminar de nuevo la ciudad aunque el nuevo alumbrado, «vanguardia de la ciudad», se le ha atravesado en un contrato.
Con el peso de la historia de un siglo y 10 años de León a sus espaldas y el calor de los focos del plató habilitado en la hemeroteca del Diario de León, el alcalde se esforzó en sacar brillo a su año y 76 días de gobierno sin presumir demasiado. Le gusta el equilibrio y caminar a buen ritmo.
Antonio, que tomó el bastón de mando el día de su santo, un 13 de junio, fue consejero antes que alcalde y a político no hay quien le gane. Otra cosa sería al padel. Escurre el bulto cuando no hay respuesta y hace suyo el éxito del contrario.
Sin subirse al pedestal se asienta en Ciudadanos, a quien da las gracias en nombre propio y de la ciudad (el desacorde del Conservatorio acorde pronto será, asegura) y en los cuatro pilares básicos del nuevo León: bio-farmacología, turismo, ciberseguridad y logística (aunque no ve la plataforma de Torneros ni el aeropuerto). No importa. Silván rima con ciudad.