Una misma empresa estatal con más de media docena de sedes dispersas por la ciudad
La decisión de Renfe de unificar sus servicios en León en una sola sede acaba con un modelo de funcionamiento que, durante años, hizo que entre la Operadora y Adif pagaran facturas anuales de hasta 200.000 euros por el alquiler de pisos y locales. Mientras tanto, permanecían otras instalaciones libres como el antiguo economato, que llegó a alquilarse a empresas privadas para otros negocios como un supermercado y un gimnasio.
En la actualidad, la empresa estatal, a pesar de dejar alguno como el de las oficinas de la calle Legio VII, todavía mantienen algunos de esos alquileres en vigor. El más antiguo es el que hay firmado en un dúplex de la plaza de la Inmaculada, donde alejados por completo de la zona ferroviaria, están los integrantes del departamento de mercancías. La compañía nunca ha hecho público cuánto paga por este espacio.
Sí que se conoce la factura que le abona al Ayuntamiento de León por el reciente alquiler de locales del complejo Abelló, en la avenida Astorga. Renfe le pagará al consistorio 1.200 euros al mes hasta que reunifique sus servicios en el antiguo economato. Por entonces, la empresa estatal abandonará también las instalaciones del centro de empresas de base tecnológica, conocido como el edificio rojo de Eras, donde están los simuladores de la escuela de conductores del AVE. Estas dependencias, también municipales, le cuestan 17.400 euros cada anualidad.