EL REPUNTE DEL MERCADO INMOBILIARIO
El ladrillo pone en evidencia un escenario con menos familias y más inversores
En los últimos meses se reduce el número de viviendas principales, mientras crece el de pisos que no son primera residencia.
Una pareja observa la oferta en una inmobiliaria de la capital leonesa. JESÚS
maría j. muñiz | león
Los datos sobre la recuperación de la actividad inmobiliaria, y las previsiones para un futuro que ahora se dibuja en el sector con perspectivas a muy corto plazo, evidencian la recuperación. Se vende más y se hipoteca más. Y se crea empleo. Se recupera el negocio, la actividad y los precios. Eso sí, con muchos matices y no pocos interrogantes sobre un futuro que tiene muy pocas opciones más que ir a mejor. La multitud de informes de instituciones y empresas sobre las perspectivas del sector coinciden en que el mercado inmobiliario tocó fondo hace meses, aunque la prudencia y las revisiones son la tónica a la hora de hacer previsiones de crecimiento futuro.
En el caso de la provincia de León los datos son reveladores: disminuye el stock de vivienda nueva, a pesar de que se siguen poniendo en el mercado pisos (muy pocos, eso sí); los precios se han incrementado de media casi un 8% en el último año; el número de hipotecas suscritas crece en torno al 21%; el paro en la construcción se ha reducido casi un 50% en los últimos cuatro años, y el sector sigue creando empleo;... Todo ello a pesar del parón en la obra pública, y los recelos que el estancamiento político y la consecuente parálisis de decisiones e inversiones provoca.
Principales
La evolución del universo inmobiliario pone de manifiesto también el devenir de la provincia en otros aspectos. León ha tenido tradicionalmente alrededor de un tercio de sus viviendas como no principales. Casas en el pueblo e inversión en pisos en las principales poblaciones han sido política inversora común durante décadas.
De hecho, el número de viviendas no ha dejado de crecer durante la recesión y el parón histórico de la construcción. León tiene hoy 17.628 viviendas más que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Hasta hace muy poco, las preferencias o necesidades de los leoneses estaban claras: desde el comienzo de la recesión la cifra de viviendas principales se incrementó en 24.904 en la provincia; mientras que descendió en 7.276 la de segundas residencias. Pero esa tendencia hace meses que ha cambiado.
Desde el año pasado se observa en la multitud de estadísticas que dibujan el mapa imobiliario leonés un incremento del número de viviendas secundarias, que en general responde a que muchos ahorradores vuelven al ladrillo como sistema de inversión, convencidos de que los precios han llegado a su suelo, y ahora sólo pueden subir.
Sin embargo, se aprecia también un descenso del número de leoneses que tienen su vivienda principal en la provicia. La emigración (dentro o fuera del país) en busca de empleo se cobra también su precio en el escenario de la vivienda.