La plantilla de San Marcos irá a un ERE de 28 meses por la reforma integral

L. urdiales | león

La reforma del Parador de San Marcos aporta una segunda lectura desde la perspectiva laboral, por lo que va a afectar a la actividad de 110 empleados. Los responsables de Paradores ya le han comunicado a los trabajadores afectados por la actuación que el hostal cerrará a partir del próximo 1 de octubre, y lo hará por espacio de 28 meses, el tiempo previsto para acometer la transformación integral de esta referencia para el hospedaje y el turismo en la capital leonesa. Ese plazo de cierre e inactividad se podrá cubrir con un expediente de regulación de empleo que afectará a la totalidad de la plantilla, que no esconde su preocupación porque el periodo que prevé ahora la empresa excede en cuatro meses el límite de cobertura de desempleo. De hecho, con motivo de los cálculos realizados para ajustar la reforma al calendario laboral del próximo ejercicio, los gestores de Paradores ya habría propuesto a los empleados de San Marcos que a lo largo del año 2017 dispusieran su periodo de vacaciones correspondiente a nueve meses de trabajo; los tres restantes hasta completar la anualidad se suponen a cargo del cierre impuesto por la reforma.

Paradores ofrece un espejo inmediato a San Marcos como idea de la hoja de ruta que tienen por delante el centro leonés cuando le llegue la hora de acometer las obras de renovación. El proyecto inmediato que prevé acometer la empresa pública hotelera es el parador de Aiguablava, en Girona, en el que se ha desperezado una inversión prevista ya en 2010, que la crisis relegó hasta ahora. Las pautas para ese centro turístico de la costa gerundense llevan una pauta similar a la que se prevé para León, aunque el tiempo de cierre será menor que en el caso del parador leonés. Las buenas perspectivas económicas y la remontada en la facturación después del periodo crítico en el que se vió involucrada la red de Paradores atenazada por la recesión, con expedientes de regulación de empleo generalizados para toda la red de hoteles, y con cierres temporales (más de trescientos cincuenta trabajadores estuvieron afectados en el año 2013 por este ajuste) han dado paso a un nuevo horizonte de apuesta por la modernización y la eficiencia. Aiguablava y León son los primeros centros que se van a ver afectados por esa estrategia, ya mascada a través de varios proyectos. El definitivo para el parador gerundense lleva un cuerpo de ventaja en plazos administrativos al leonés; se adjudicarán de inmediato las obras y comenzarán antes de que acabe el año.

El avance de trámites para San Marcos registró un hito definitivo la pasada semana, cuando la comisión territorial de Patrimonio dio el visto bueno al proyecto básico que Paradores le presentó sobre la reforma interior de San Marcos. Ese placet descongestiona el proceso y abre un caudal de procesos burocráticos que suceden a la aprobación patrimonial. El primero, es llevar el diseño a licitación, y después la adjudicación de la obra, que podría tramitarse antes de primavera.

Lo que ya parece definitivo en ese cálculo trasladado por los responsables de Paradores a la plantilla que emplea el hostal San Marcos es que recibirá el próximo otoño con las puertas cerradas. El plazo de ejecución, el último previsto, se excede de aquel inicial que se definió entre 15 y 20 meses; las dos fases ocuparán 28 meses de cierre del edificio, que así no volvería a estar disponible para la oferta turística hasta el inicio del 2020.