La ULE medirá el ruido en viviendas cercanas a siete aeropuertos
Logra, en alianza con una empresa, un contrato de Aena de casi un millón de euros para mejorar la habitabilidad en zonas afectadas por vuelos .
asun g. puente | redacción
Investigadores del Laboratorio de Acústica Aplicada de la Universidad de León ayudarán a la mejora de las condiciones de habitabilidad de las viviendas situadas en la zona de la denominada huella acústica de siete aeropuertos del país, entre ellos, dos de los tres con más tráfico aéreo (Barcelona y Palma de Mallorca). La alianza entre la ULE e Incosa, a través de una ute (unión temporal de empresas), ha logrado que ambos se hayan hecho con uno de los contratos de Aena del Plan de Mediciones Acústicas para la Mejora de las Condiciones de Aislamiento de las Viviendas Afectadas por Aeropuertos.
Se trata del denominado Lote Este-Baleares, uno de los cuatro en los que la entidad gestora de la red pública de enclaves aéreos ha dividido el plan. Además de las dos instalaciones ya citadas, incluye las de Sabadell, Alicante, Valencia, Ibiza y Menorca. El contrato fue adjudicado en 873.900 euros, con un plazo para la ejecución de los trabajos fijado en dos años prorrogables.
La alianza en ute entre la ULE y una empresa, la primera plasmada en el ámbito de la institución académica leonesa y pionera prácticamente también en las universidades españolas, permitirá al Laboratorio de Acústica Aplicada iniciar los trabajos ya sobre el campo antes de fin de año. Será en el primer lote fijado del contrato global, que incluye las viviendas del área de influencia de los aeropuertos de Valencia, Alicante, Palma de Mallorca e Ibiza.
El responsable del Laboratorio y catedrático de Escuela Universitaria de Física Aplicada, Eduardo García Ortiz, explica que realizarán mediciones en las fachadas de los inmuebles, también en las cubiertas, con una evaluación acústica y de las soluciones constructivas. «Con este trabajo haremos un informe para Aena con las mejoras que propondremos para que estas viviendas mejoren sus condiciones frente al ruido».
Para la realización de estos trabajos se desplazarán hasta estas siete ubicaciones «entre dos y tres personas, un máximo de cuatro, de nuestro laboratorio para hacer las mediciones». García Ortiz precisa, además, que la instrumentación y equipos para desarrollar este trabajo viajarán también desde la Universidad de León. «Contamos con la acreditación técnica nacional para las mediciones acústicas».
De hecho, la coordinación técnica de todos los trabajos irá de la mano de los investigadores de Vegazana, que ya han mantenido las primeras reuniones técnicas preparatorias con Aena para hablar sobre la labor sobre el terreno.
Cada uno de estos aeropuertos cuenta ya con su correspondiente mapa del ruido, que fija la huella acústica determinada por los movimientos de aviones, sobre todo, en los despegues y aterrizajes. Existen unos parámetros máximos de ruido permitido y si se superan «la molestia para los vecinos de esas viviendas es considerable, pueden sufrir alteración del sueño, malestar y disconfort; nosotros debemos medir el aislamiento de esas viviendas y proponer soluciones constructivas para mejorarlo».
Dos de estos aeropuertos, el de Barcelona y Palma de Mallorca, soportan el segundo y tercer tráfico aéreo más importante del país, respectivamente. En el primero de estos enclaves aéreos, el número de operaciones se acercó el pasado año a los 290.000, mientras que en el segundo se contabilizaron cerca de 180.000 vuelos.
El catedrático remarca que los contratos de este tipo son «esenciales para avanzar en la conexión entre el mundo de la empresa y el de la universidad, así pueden verse las cosas que se hacen y de las que es capaz la universidad y que la sociedad desconoce». En este camino cree «fundamental» dar a conocer estas labores «para que sepan que desde la universidad podemos dar respuesta de una forma rápida y eficaz, es una vía muy importante la iniciada con este contrato».
En esta misma línea se expresó hace unos días el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, quien precisamente aludió a la necesidad de que las «empresas deben utilizar más la ULE» y puso como ejemplo la ute que ha conseguido este contrato con Aena gracias a la alianza entre el Laboratorio de Acústica Aplicada y la empresa Incosa.
«Es la primera vez que la ULE ha hecho una UTE con un proyecto de casi un millón de euros», enfatizó el rector. Piensa que el camino de colaboración con las empresas debe incrementarse en todos los ámbitos, tanto en los campos de investigación como en los del desarrollo aplicado.
También el rector se mostró partidario de reforzar la conexión entre la oferta de titulaciones de la Universidad de León y la demanda laboral de las empresas para que los alumnos tengan un mejor encaje en el mercado de trabajo al finalizar sus estudios en los campus de Vegazana y Ponferrada.