Vecinos del norte de Eras exigen protección ante la oleada de robos

l. urdiales | león

Molestos y superados por la oleada de asaltos y robos, los vecinos de Eras norte exigen a las autoridades más presencia policial en la zona como primera medida de choque contra la inseguridad de la que se declaran víctimas. Cada vez más. Ayer tarde, en una asamblea a pie de calle, hicieron patente su malestar por la escasez de recursos policiales que se despliegan en patrulla por esta zona de la periferia de la ciudad, el extremo norte, alejado de zonas de paso y asentado entre largas avenidas que dan cobertura a los delincuentes en su huida.

Este área residencial de la capital leonesa es otro de los objetivos prioritarios de las bandas de ladrones que asolan desde hace meses el cordón exterior de la ciudad, y las urbanizaciones del alfoz. Hasta el punto de obligar a los vecinos a organizarse para tratar deponer coto a la avalancha de robos. Primero, como asociación, para tomar voz y posición ante las administraciones y tramitar las demandas de mayor seguridad y vigilancia; y también para ejercer la gestión interna en torno a la zona en defensa de sus intereses. En la reunión de ayer tarde ya dejaron meridiana su intención de recurrir a un sistema de vigilancia de seguridad privada, con patrullaje incluido por estas calles del norte de la ciudad en el caso de que las autoridades no lleguen a satisfacer las demandas de mayor presencia policial que plantean los afectados. Alrededor de setenta vecinos acentuaron la legitimidad de un cónclave vecinal que persigue devolver dosis de confianza a los habitantes de la zona. La que falta desde que los ladrones asaltan las casas. «Da igual la alarma; da igual que haya cámaras; te siguen, te vigilan, esperan el momento y entran», describe con pesadumbre Francisco Martínez Fidalgo sobre el procedimiento que emplean los asaltantes. Ese modo es común con las técnicas dispuestas en otras zonas residenciales del entorno de la ciudad. «Esperan un momento de ausencia y cuando vuelves a casa se han llevado todas las pertenencias de valor».

Que vigilan las viviendas y a sus inquilinos es una certeza, si se toma el ejemplo del último asalto registrado, en la misma tarde del viernes. «A las cinco y media de la tarde, en el mismo momento en el que falta la luz del día», relatan los afectados.

La reunión vecinal fue un primer punto de partida para que el colectivo emprenda las acciones encaminadas a frenar la avalancha de robos con violencia y allanamientos. «Sería un buen inicio que tomaran en cuenta nuestras reivindicaciones y dispusieran más presencia policial; porque es evidente que es un paso con efecto disuasorio importante frente a los robos», explicó Luis Ederra, residente en este área y que asistió a la reunión vecinal. Llegado el momento, las reivindicaciones planteadas en la asamblea tendrán traslado a los responsables de los cuerpos policiales con competencia en la seguridad ciudadana. Y si no surten efecto, los vecinos de Eras norte, del extremo norte de la capital, buscarán las soluciones a través de las patrullas de seguridad privada. «Lo que no podemos es quedarnos de brazos cruzados mientras se prepara el siguiente asalto», expone Martínez Fidalgo. Ese es el sentir de los vecinos.