La condenada recurrirá «donde haga falta para reconocer mi inocencia»
Diez minutos antes de la hora señalada para la vista compareció Raquel Gago en el número 20 de la calle del Cid. Ataviada cuando se quitó el abrigo con colores más llamativos de lo acostumbrado durante el juicio en los meses de enero y febrero, Gago estuvo acompañada en el Palacio de Justicia por dos hermanos, un compañero de la Policía Local fuera de servicio y un amigo. Junto a su representación procesal, permanecieron en una dependencia adjunta a la sala de vistas en el tiempo de espera, hasta que trece minutos después de la hora fijada para el acto se requirió su presencia en la sala.
Sentada por primera vez en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial (en la vista del jurado popular ocupó un lugar al lado de su letrado) entró más entera de lo que permaneció en sala, especialmente al verse de nuevo ante el estrado. Sin embargo, salió visiblemente satisfecha y por momentos esbozó al abandonar la Audiencia una leve sonrisa, seguida de una nube de cámaras.
«Vamos a agotar todas las vías posibles y vamos a recurrir hasta que se nos permita», explicó en el último turno de palabra que se le concedió a la conclusión de la vista. «Solicito que se mantenga la situación en la que me encuentro actualmente hasta que la sentencia sea firme y que se determine lo que corresponda con la ley en la mano. Y si no, acataré lo que se determine en esta sala», aseguró.
«Recurriré hasta donde haga falta para que se reconozca mi inocencia. He tenido dos años para escaparme y nunca lo he hecho», afirmó antes de que se declarase el asunto visto para sentencia.
Posteriormente y en compañía de sus allegados, permaneció en el interior de las dependencias de la Audiencia Provincial hasta que en torno a las 16,10 horas se notificó a las partes la resolución correspondiente.
Felipe Lozano, el letrado que de forma ocasional representó los intereses procesales de Gago acompañado por el procurador Luis Enrique Valdeón, explicó al término de la sesión sus impresiones: «Considero que se han vulnerado algunos de los derechos fundamentales de mi defendida, pero eso lo vamos a discutir en otro escenario. Se irá viendo poco a poco, de todas formas. Presentaremos un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y lo vamos a fundamentar para ver qué es lo que determina el tribunal».
«La sala considera que los autos están en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y no se podía deliberar, es lo que se ha puesto de manifiesto en este acto. No me atrevo a aventurar nada porque aquí está siendo todo un poco sorprendente», explicó el letrado al término del acto.