El impacto de cada día ‘inhábil’ por los festivos es de 44 millones en León

«Racionalizaremos el calendario laboral para hacer compatibles los derechos de los trabajadores con la competitividad de las empresas». Por los costes que suponen los puentes para la economía, «las fiestas se trasladarán al lunes más cercano, con escepción de aquellas de mayor arraigo social». Era el 20 de diciembre de 2011, justo después de un macropuente como el vivido el mes pasado (cada cinco años, los festivos de 6 y 8 de diciembre caen en martes y jueves). Mariano Rajoy puso en marcha en su debate de investidura el «pacto antipuentes», que en los meses siguientes se tradujo en varios borradores del Informe relativo a la racionalización del calendario de festivos, y en un acuerdo entre patronal y sindicatos.

Y ahí quedó todo. Hubo reuniones, análisis, informes, debate,... y el calendario laboral ha seguido avanzando entre los cálculos de los trabajadores para reservarse algún día de vacación con el objetivo de que alguna semana al año le salga a trabajar sólo un par de días.

Según las conclusiones a las que se llegó entonces, el impacto de un día inhábil en al economía era a nivel nacional comparable al de un día de huelga general con un 100% de seguimiento: 4.830 millones de euros, un 0,45% del Producto Interior Bruto (PIB).

El impacto de un día ‘inhábil’ en la provincia de León, trasladado el cálculo, sería de unos 44 millones, sobre un PIB local que ronda los 9.900 millones de euros según el último dato provincializado del Instituto Nacional de Estadística. Había que añadir, en todo caso, los ingresos que esos días libres generan en muchos sectores por los que apuesta la economía local.