La A-60 planea sobre Lancia con obras seis años después del frenazo por el yacimiento
Comienzan las actuaciones para levantar el soporte de hormigón con el que la autovía salvará los vestigios astures.
Obras de encofrado de los pilotes que sustentarán el elevadizo de la A-60 sobre el yacimiento de Lancia. FERNANDO OTERO PERANDONES
L. urdiales | león
La A-60 vuelve sobre Lancia, para deshacer el nudo que frenó el avance de la vía cuando se topó con el yacimiento arqueológico de vestigios de la época astur. Lancia como barrera, Lancia como solución. Las máquinas han regresado ya a este escenario para dar continuidad a la obra de la autovía, que se desarrolla prácticamente a lo largo del subtramo entre Puente Villarente y Santas Martas. La excepción hasta ahora, ese trecho que supera ligeramente el kilómetro de longitud, y que faltaba para completar el pleno de la actuación que se lleva a cabo entre la margen izquierda del Porma y el punto kilométrico 299 de la Nacional 601, al sur de la localidad de Santas martas.
Las contratas y empresas auxiliares que desarrollan trabajos en la nueva autovía han acelerado en los últimos días la actividad de construcción en torno a diversos puntos de ese tramo de confluencia ribereña. Así se ha comenzado a acondicionar el terreno para dar soporte al paso elevado que espera a la autovía, la solución que desatasca la infraestructura, que encalló tras aquel hallazgo imprevisto de las máquinas que acometían el movimiento de tierras para llevar adelante la traza. Un viaducto elevado sobre los vestigios de la civilización astur, que quedarán protegidos bajo un sistema de aislamiento que los preservará de daños de humedad u otros agentes climatológicos. Esa es una de las actuaciones que se ha llevado a cabo a lo largo de esta semana por parte de los operarios de las empresas que acometen trabajos en el entorno; la cobertura de los yacimientos arqueológicos que quedaron a la luz hace ya casi media docena de años. Los otros puntos de obra se centran en la inyección de hormigón para levantar las pilastras que van a dar sujeción al elevadizo, a modo de puente sobre la planicie de tierras agrícolas que ejercerá de paso entre las riberas del Porma, al norte del yacimiento, y el Esla, al sur. El último kilómetro del tramo de la autopista A-60 al que le faltaba actividad ya está en obras de nuevo. Seis años después de un frenazo que repartió causas entre el hallazgo arqueológico y la crisis, que detuvo el avance de la obra. Ahora, está más cerca el objetivo de alcanzar el grado de desarrollo que ha experimentado en los últimos meses sobre los pasos del Esla y de la Nacional 625.