Un emblema del ensanche, en versión León
En plena efervescencia del reducido comercio familiar, tan arraigado en León, fue cobrando consistencia una nueva fórmula mercantil de servir a los leoneses. Eran muchos los que se acercaban por la capital leonesa para realizar sus compras en las que pudieran denominarse primeras `grandes superficies’ y tiendas especializadas. Los grandes almacenes. Los aleteos iniciales de lo que resultaría un singular progreso económico lo testificó Cipriano García Lubén y su establecimiento de tejidos instalado en Ordoño II. Lubén, que sin el García por delante era conocido, dio un giro de ciento ochenta grados al comercio de la capital, ubicándose en un edificio de artística fachada, un inmueble bellísimo que causaba admiración en cuantos lo contemplaban.
El edificio suscitó, suscita una cierta admiración arquitectónica por cuanto es uno de los emblemas del Ensanche.