Diario de León

OBRAS EN EL GRANO ■ LA ENCRUCIJADA DE LA PLAZA

El plan del Grano, piedra a piedra

Los técnicos desmienten que se hormigone y garantizan que la obra se hará con métodos y materiales tradicionales . Ahora sólo se urbanizarán Capilla y Mercado y se ensancharán las aceras, no se tocará el centro ni se taparán las calvas

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

álvaro caballero | león

No se va a «hormigonar, ni a quitar la fuente, ni a cortar los árboles y mucho menos a destrozar el empedrado, que tanto gusta y es tan característico de esta plaza de la que nos sentimos orgullosos», según comprometió ayer la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de León, Ana Franco, para aclarar «las mentiras que se han dicho» sobre el proyecto de la plaza del Grano. Lo único que se hará es acometer «la recuperación y adecuación con métodos y elementos tradicionales», abundó la edil, quien se rodeó del arquitecto redactor de los planos, Ramón Cañas Aparicio, y de la técnico municipal responsable, Begoña Gonzalo, para explicar que la intervención actual se limitará a la reurbanización de las calles Capilla y Mercado, el ensanche de las aceras en la zona perimetral y la recuperación del enchinarrado de los soportales. «Eso es lo que toca ahora», recalcó.

No toca el resto del proyecto. Ni siquiera se adecentarán las calvas que hay en la zona central de la plaza porque «los arquitectos desaconsejan que se hagan más parches», como reseñó la concejala de Urbanismo. Pero a pesar de este deterioro, que presenta más de media docena de grandes agujeros, múltiples pegotes de cemento, tapas de alcantarillado por doquier, levantamientos en el entorno de las raíces de los árboles y zanjas cerradas sin guardar la disposición original de los cantos, el Ayuntamiento de León todavía no cuenta con un plazo aproximado para la siguiente fase, más allá del «deseo» de que «se haga cuanto antes».

Aunque sí que se ejecutará en esta fase un pequeño paño de empedrado para que sirva de muestra de cómo sería la intervención en el resto del interior de la plaza. El pequeño cuadrado que forman la linde de la calle Escurial con la fachada lateral del bar el Grifo se levantará, se recuperarán las pendientes de evacuación y se recolocarán los morrillos de canto. La solera «no será sobre capas de hormigón», sino que «se mejorará la base del firme», dado que ahora se han encontrado «incluso rellenos de cascotes de azulejos y trozos de cableado», expuso Cañas Aparicio. El arquitecto recalcó que en esta base se pondrá una adición de cemento en seco de una parte en cada 17 de mezcla de volumen de tierra, lo que supone un 5,88% para «dar cierta hidraulicidad» —casi igual al 5% que se utilizó en la reforma de 1989— y que se ejecutará el acabado con una combinación de cal y tierra sobre la que se hará «un semillado para que se recupere lo más rápidamente posible el tapizado verde que caracteriza a la plaza», sin perder tampoco «el alomado, ni el dibujo actual de los paños.

Este «muestreo», como apuntó la concejala de Urbanismo, servirá de ejemplo, pero no será una de las líneas principales de la fase actual del proyecto. Franco subrayó que lo que se hará ahora será el ensanchamiento de las aceras del perímetro de la plaza, salvo en el tramo que va por delante del murete que hay paralelo a la fachada de las Carbajalas. La actuación «garantiza un itinerario accesible de 1,5 metros y se resuelven las embocaduras y transición de las calles Don Gutierre, Corta, Capilla y Mercado hacia la plaza», como detallaron en la documentación explicativa, que reseña que «con la obra, todos los portales y locales pasarán a ser accesibles a personas con movilidad reducida».

Esta intervención hará que el aumento de la acera se haga a costa del empedrado, aunque «el porcentaje que hay que restar por las cuñas de emboque a las calles y por el ensanchado de las aceras es ridículo», como citó Cañas Aparicio. Las nuevas aceras se harán a la misma altura que los cantos rodados, con un desnivel de entre el 1 y el 2%, por medio de la colocación de «piedras de caliza griotte apiconada», de color «gris y rosa como el que hay ahora», colocadas de forma variable con piezas de anchos de 30, 35, 40 y 45, para no dejar una imagen seriada, describió el arquitecto ganador del concurso de ideas celebrado en el año 2011, quien puso como ejemplo similar el acerado del entorno de San Isidoro.

Dentro del presupuesto de 242.581,68 euros, de los cuales el 75% se financian con cargo a la partida estatal del 1,5% Cultural, el encargo ya iniciado incluye la reurbanización de las calles Capilla y Mercado. Estas vías, que hasta ahora están remendadas sin empedrado ni firme de valor alguno, perderán el peldaño de sus aceras, aunque mantendrán una presentación diferenciada: el espacio peatonal, con enlosado de piedra caliza característica de León, y la banda para los coches, con circulación en fondo de saco, con «aglomerado de hormigón careado, con tacos embebidos de piedra cúbica de esquistos, tradicional en el casco histórico y hoy en día prácticamente perdido», de acuerdo al texto del proyecto.

La fase actual se remata con la recuperación del enchinarrado de los soportales de la plaza, uno de los cuales está «perdido en la actualidad», como expuso el arquitecto, quien aseguró que se utilizará también «la misma técnica constructiva de la solución preexistente». «Por mil veces que se haya reiterado lo que se va a hacer lo que se está transmitiendo es una intoxicación muy interesada», resumió Cañas Aparicio, quien desveló que durante la redacción del proyecto y con posterioridad estuvo en contacto directo con los hermanos Seoane, lo canteros que participaron en el proyecto de 1989 y que la plataforma conservacionista reclama que formen parte del equipo actual. «Por eso ganó el concurso de ideas el proyecto de Cañas Aparicio: porque conjugaba muy bien el respeto al patrimonio con las mismas técnicas constructivas y permitía hacer las aceras transitables», apoyó la arquitecta Begoña Gonzalo.

tracking