La empleada de Julio no oyó decir en el viaje: «Tranquila, está hecho»

La empleada de Julio López apoderada de las empresas del supuesto autor intelectual del plan desde poco antes de su detención «porque dijo que tenía miedo de que le pasara algo» aseguró ayer que ningún momento del viaje a Madrid escucho que el procesado dijera a Miriam: `Tranquila ya está hecho´: «Si lo dijo o no, no lo sé, pero yo no lo escuché en ningún momento. También es verdad que yo iba sentada detrás de él».

Situó cronológicamente la parada en el trayecto a Madrid «sobre las doce y media de la noche». Fue después de ese alto en el camino cuando supuestamente él anunció a la viuda que el crimen había sido cometido. «No tengo claro que la amiga de Miriam supiese que iba a venir Julio porque puso una cara un poco rara cuando lo vio llegar».

«Él me dijo que le habían llamado los Larralde porque pensaban que tenía escondido a Roberto en algún sitio y que le habían pegado», aseguró la joven, que atribuyó al empresario la iniciativa del viaje: «Me dijo a media tarde que teníamos que irnos a Madrid y yo no pregunté más. Lo supe cómo a las seis de la tarde». No se extrañó, sin embargo, de que ninguno de los viajeros llevará maleta.

Rechazó la joven tener conocimiento de que Miriam hubiese dejado su móvil B (el que usaba para comunicarse con Julio a espaldas de su marido) olvidado en el Porsche Cayenne del empresario. Fue el motivo que la acusada argumentó para justificar que dejara de usarlo tras el crimen.