Diario de León

La defensa de Ramón apunta a Cásper como sospechoso de matar a Larralde

El letrado solicita para su cliente la atenuante de drogadicción y alteración mental grave.

Froilán Álvarez, Carlos Helí de la Red y Miriam Caballero, en un momento del juicio. DL

Froilán Álvarez, Carlos Helí de la Red y Miriam Caballero, en un momento del juicio. DL

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Fernando Rodríguez Santocildes, letrado defensor de José Ramón Vega, al que el fiscal considera el supuesto autor material del crimen de Roberto Larralde, lamentó ayer en su turno final de informes que la investigación no haya ahondado más «en el principal sospechoso del asesinato, que es Cásper», en referencia a Adrián Martínez, acusado de un delito de tenencia ilícita de armas por vender a Ramón el arma con la que supuestamente fue disparada la víctima.

«Ya había disparado con la misma pistola», advirtió el abogado para justificar su tesis. No obstante reconoció que desde el momento en el que fiscal elevó a definitivas sus conclusiones, ya no cabe acusarlo de la muerte «por lo que quedaría impune», aseguró. «Una pistola es para lo que es. ¿Cómo puede decir que se la vendió a Ramón pero que no sabía para qué la iba a utilizar?».

El representante legal de Vega solicitó la libre absolución de su cliente por falta de pruebas. «Si por el contrario deciden declararlo culpable, proponemos que se le aplique la atenuante de drogadicción y de alteración mental. Aquí se ha dicho que estaba fumado todo el día, que era un loco, que jugaba con un perro imaginario... Pues que se refleje en la condena».

MÁS DE UN AUTOR

Santocildes no comulga con la teoría de que hubo un solo autor del asesinato: «Con la paliza que tenía el cadáver ¿no se le movió la ropa ni un poco y estaba perfectamente vestido?. Y lamenta que la investigación haya usado medios «que según ellos, no se pueden contar». Tampoco está de acuerdo con que no se haya investigado el episodio de detención ilegal por secuestro de dos personas, cuya autoría se atribuyó en su día a miembros de la familia de la víctima y se centró en los argumentos que desde su punto de vista carecen de lógica en la acusación: «¿Quién puede concertar una cita con una prostituta antes de cometer un crimen para tener coartada? Si lo iba a matar ¿para qué llama Ramón a Roberto con su propio móvil cuando decidió quedar con él? ¿Cómo se puede ir desde el bar hasta Santa Olaja, matar a una persona, volver y ponerse a cenar alubias con almejas en menos de media hora?».

RECOMPENSA

Advirtió que un furgón policial «es el lugar menos indicado para pactar la recompensa por un crimen» y expresó su pesar por el hecho de que los detectores de metales no hallaran restos de los disparos en Almanza: «Si lo hubieran llevado al lugar donde apareció el cadáver, quizá se habría encontrado la vaina», manifestó antes de ironizar: «Lo de los perros que hallaron el cadáver es admirable, tenían que buscar en una extensión enorme y acertaron en apenas un par de horas».

Rechazó la versión de que no hubo lucha entre la persona que asesinó a Roberto y la víctima: «Tiene sangre en una uña y una patada en una pierna». Y lanzó una última advertencia al jurado: «Si declaran no culpable a Ramón, queda la posibilidad de que órganos judiciales superiores puedan corregir la sentencia. Si lo declaran culpable, el recorrido a la inversa es muy difícil».

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