La reforma de las 52 habitaciones históricas adelantará la reapertura de San Marcos

a. g. Puente | redacción

Algo más de medio siglo después de la inauguración de la reforma que convirtió a San Marcos en uno de los establecimientos más emblemáticos de la red nacional de paradores, el antiguo hospital de peregrinos, convento, prisión y joya del plateresco español comenzará en octubre las obras que remozarán el espacio adecuándolo a la categoría de sus estrellas y las exigencias de los modernos servicios de los hoteles de lujo. La primera fase de estos trabajos tendrá como epicentro el edificio histórico, con la remodelación de las 52 habitaciones singulares que se distribuyen bajo sus muros centenarios.

También abordará la ejecución de un nuevo restaurante y cafetería, la recepción, algunos de la docena de salones previstos en el proyecto y otros espacios comunes. Cuando concluyan las labores previstas en este primer momento, el Hostal estará listo para reabrir y durante un largo periodo los huéspedes convivirán con las obras de la segunda fase.

«Será viable y compatible». Una de las responsables del proyecto de renovación del Parador de San Marcos, la arquitecta Mina Bringas, argumenta con estas palabras la coexistencia de la atención a los clientes y la actividad hotelera normal —ceñida en un primer momento a esas 52 habitaciones singulares, cafetería, restaurante y algunos salones— con las obras de la segunda fase, que supondrán la demolición de la edificación anexa y construcción de una nueva con 180 estancias.

Desde el estudio Bringas Bellod Arquitectos explican que la reforma está sustentada sobre «un proyecto contenido, respetuoso con la imagen y la importancia del histórico edificio, con materiales nobles, de muy buena calidad; cuatro materiales resuelven: piedras y madera para adecuar el espacio a su categoría de cinco estrellas».

De la segunda fase, Mina Bringas comenta que está diseñada «con otro lenguaje, contemporáneo, con los mismos materiales que la primera, nobles, aunque actual y de acuerdo a la volumetría existente». En estos trabajos se producirá el derribo de la estructura hotelera anexa al edificio histórico, todo aquello no catalogado como histórico. Esta nueva zona contará con más de 180 habitaciones, salones para celebraciones, spa, piscina...

Las obras en su conjunto (primera y segunda fase) se prolongarán a lo largo de 28 meses y supondrán una inversión de alrededor de 40 millones. Durante el periodo de cierre, su centenar de trabajadores estarán en ERE con el cobro de las prestaciones por desempleo.

Desde diciembre, el Ayuntamiento de León tramita la licencia de obras y la ambiental. Los arquitectos cierran ahora los últimos flecos del proyecto definitivo que presentarán las próximas semanas, tras conseguir el visto bueno de Patrimonio para la reforma de San Marcos.