La cubierta necesita un arreglo para frenar ya las filtraciones

El listado de obras necesarias para la apertura de la Casa del Peregrino cuenta con una prioridad: la cubierta. El inmueble data del año 1750, cuando tras el deterioro del anterior hospital de peregrinos, que estaba situado en el centro de lo que hoy es la plaza, se decidió construir un nuevo edificio junto al hostal de San Marcos. Entonces, se adosaba a la propiedad la huerta trasera, cuyos 9.000 metros se ligaron al parador a partir de los años 50.

Las filtraciones y las goteras han causado desperfectos en el interior, debido «al desplazamiento de las tejas y a la inexistencia de un elemento continuo por debajo que permita la impermeabilización», según se cita en el informe, que propone una intervención integral y alerta de que se que se debe atender además a los aleros dañados. Junto con este arreglo se apunta la obligación de instalar un ascensor, así como de ejecutar un programa de accesibilidad y supresión de barreras que se centraría sobre todo en la planta primera para adaptar los aseos existentes. En el plan elaborado por los técnicos se cita la necesidad de reformar la instalación de electricidad e iluminación, de acuerdo a lo que marca el Código Técnico de Edificación, y proceder a la rehabilitación de las dos plantas en las que existen problemas de acabados, pinturas y el parquet de los suelos.