OBRAS EN EL MUNICIPIO ■ ASÍ ES EL PLAN
Villaquilambre unirá Nava y Villaobispo con la nueva carretera de un kilómetro
El vial será el tercero que ‘cose’ ambas márgenes del municipio
p. infiesta | villaquilambre
Las vías del tren y una gran ‘barriga’ de fincas y pradería divide tradicionalmente en dos el municipio de Villaquilambre, que ha crecido siguiendo la estela de las carretera León-Collanzo, a la izquierda; y León-Santander, a la derecha. A lo largo de una línea de casi 3,5 kilómetros, los vecinos sólo disponen de dos viales para cruzar desde la LE-311 a la N-621: las calles la Cerrada (de Nava a Villaobispo) y Adolfo Suárez (de Villaquilambre a Villarrodrigo). Un handicap que el Ayuntamiento quiere amortiguar con una nueva carretera que ‘cosa’ el municipio, también para enlazar las dos poblaciones más habitadas, que son Navatejera y Villaobispo.
Según confirma el equipo de Gobierno, la futura vía de comunicación poseerá más de un kilómetro de longitud, y dispondrá de arcén y aceras con? un ancho de 22 metros. Se proyecta con tres glorietas para distribuir el tráfico cuando se desarrollen lo sectores que atraviesa. Además, se establecerá una conexión desde esta nueva calzada al macro centro de salud que se prevé construir en la parcela de El Carrizal de Nava, junto al actual tanatorio. Ese ramal secundario poseería más de 200 metros de longitud y una anchura de 20 metros.
La iniciativa pretende cumplir, precisamente, el requisito que exigió la Junta de Castilla y León para levantar el ambulatorio en esa zona, tras varios tiras y aflojas y casi nueve años de dormir el proyecto en un cajón. El alcalde, Manuel García (PP), considera que la solicitud realizada por la Gerencia de Salud, en la última reunión que mantuvieron en Valladolid, «no es un problema, sino una oportunidad para llevar a cabo un vial que perdure en el tiempo y que sirva para vertebrar el municipio entre sus dos principales poblaciones: Villaobispo y Navatejera», donde residen más de 15.000 de las 18.500 de Villaquilambre.
La carretera se engloba en un Sistema General recogido en el Plan General de Ordenación Urbana, en el que la mayoría de los terrenos pertenecen a la junta vecinal de Navatejera. Unos terrenos que se encuadran dentro de las demarcaciones SUR-9, 10 y 11, por lo que el Ayuntamiento adelantaría los recursos necesarios para la urbanización, pero cuando se desarrollen, se repercutirá a esos sectores los trabajos que se lleven a cabo. En cuanto al coste de las obras, el equipo de Gobierno aún no ha cerrado la cuantía y busca vías de financiación. El Ayuntamiento ya está realizando una relación de los propietarios y trabajando en el proyecto para poder llevar adelante las labores en varias fases. «Vamos a una solución definitiva, no a soluciones temporales. Este municipio necesita un vial de estas características para poder desarrollar todos los proyectos que están encima de la mesa y los que vendrán en un futuro», aseguró el regidor. El equipo de Gobierno de Villaquilambre respira más tranquilo desde que la Gerencia de Salud les confirmó su interés por construir el demandado ambulatorio, una obra paralizada desde 2008, que la Junta quiere retomar este mismo año con 150.000 euros para el proyecto. Las dudas sobre un posible nuevo retraso en la edificación del centro de salud llegaron a comienzos de 2016, cuando por primera vez el Ejecutivo autonómico negó la idoneidad de la parcela reservada en Nava. Las gestiones municipales hicieron recapacitar a los gestores de Sanidad, que aceptan ese suelo si el Ayuntamiento garantiza tres requisitos: la urbanización de las zonas anexas, incluidas las conexiones con la carretera de Santander y la León-Collanzo, que ya está en marcha; la certificación de la no inundabilidad del terreno; y la dotación de los suministros básicos. El edificio dispondrá de 2.500 m2, costará 2,7 millones y atenderá a 20.000 habitantes de Villaquilambre, Santa Colomba y Garrafe.