Dudas por un sistema en el que es un software el que crea la multa

Los colectivos de conductores añaden una opinión contraria a la eficiencia de las cámaras de precisión que arquean las vías de tránsito de mayor capacidad y aforo de la provincia leonesa. La forma y el proceso de sanción son los problemas más notables que le asignan a este recién estrenado despliegue con el que la Dirección General de Tráfico quiere incrementar la conciencia de abrochar el cinturón, o desterrar hábitos perniciosos, como el de compaginar teléfono móvil y volante. Se prevén problemas por el hecho de que es un software el que filtra y decide la sanción; y se adelantan caso en los que no está definido si el conductor se lleva la mano a la cabeza para tocarse la oreja o es que llama por teléfono; mientras que si enfoca una camiseta oscura que mimetiza el color del cinturón puede advertir y sancionar de forma errónea porque el programa informático interpreta que no lleva puesto el sistema de retención.

De los casi trescientos puntos desplegados con este sistema en toda España, seis están ubicados en León (N-VI, km 407; A-6, km 380; A-66, km 140; A-231, km 19; N-120, km 427; C-631, km 1,5). Las cámaras son capaces de tomar hasta 50 imágenes por segundo y son tan sensibles que pueden detectar si el piloto está hablando por el móvil o lleva o no abrochado el cinturón, o respeta la distancia de seguridad; filtra las imágenes y las envía al centro de tramitación de multas de León, el Centro Estrada, ubicado en el polígono de Onzonilla, donde se procesan las instantáneas donde se advierten infracciones. Cuando se comunique la sanción al propietario del vehículo, se le requerirá que identifique el conductor, como con las multas de velocidad.