Diario de León

EUDARDO BAAMONDE NOCHE PRESIDENTE DE CAJAMAR

«Tenemos las puertas abiertas para integrar a nuevas cajas rurales»

Eduardo Baamonde, esta semana en las instalaciones de la Colegiata de San Isidoro. JESÚS

Eduardo Baamonde, esta semana en las instalaciones de la Colegiata de San Isidoro. JESÚS

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maría j. muñiz | LEÓN

Con una cuota de mercado del 2,5% en la provincia y más de 20.000 clientes, Cajamar insiste en su especialización en el sector agrario, del que concede el 14% del total de los créditos a nivel nacional. La importancia del mundo rural y la industria agroalimentaria en la provincia hacen que la caja rural tenga especial interés en crecer en León. «Nuestra vocación es ser un instrumento útil para el sector agroalimentario a lo largo de toda la cadena, desde la producción hasta la actividad transformadora y comercializadora.

— ¿Cuáles son los valores que respaldan al modelo de cooperativismo, en un momento en el que el sector financiero está cuestionado y en reestructuración?

—Cajamar es el fruto de 40 fusiones de cajas rurales, y del Grupo Cajamar forman parte otras 18 cajas rurales, fundamentalmente de la Comunidad Valenciana. Entre ellas, de la Caja Rural del Duero, lo que nos ha dado más presencia en Castilla y León. Es el fruto de multitud de integraciones que nos han permitido incrementar la dimensión; pero mantenemos los mismos principios y valores de los fundadores. Somos una entidad que nace por y para el sector agroalimentario y el medio rural. En los orígenes de estas cajas está la exclusión del sistema financiero que padecían muchos agricultores. Las cosas han cambiado, así que nos hemos especializado no sólo en la parte productiva sino en todos los eslabones de la cadena, la industria transformadora y comercialización. Nuestros principios siguen orientados a ser una entidad de servicios, sólo somos un instrumento para dar servicio a un sector y a una comunidad. Estamos muy arraigados con el territorio donde nos implantamos, muy comprometidos. No buscamos resultados para repartir entre sus socios, que son 1,4 millones. Nos piden proximidad, por eso tenemos una densa red de 1.200 oficinas, con 6.000 empleados. También somos una entidad financiera que quiere crecer con el sector, por eso estamos volcados en la transferencia de conocimiento, la clave del éxito de Cajamar ha sido acompañar a los clientes en el desarrollo de su negocio. Les hemos ayudado a innovar, a invertir en nuevas tecnologías, tenemos programas de formación para consejos rectores de cooperativas y formación para gestores, para los técnicos del sector agroalimentario,...

— En investigación e innovación juega un papel fundamental su fundación.

— Tenemos más de 600 publicaciones gratuitas y a disposición de nuestros clientes, porque nuestra misión es la transferencia de conocimiento. Con nuestros dos centros de investigación somos punteros en el sector hortofrutícola, se experimentan nuevas variedades, sistemas más eficientes de riego, nuevas tecnologías y estructuras para invernaderos,... Ahora estamos presentes en todos los sectores, y tenemos convenios con universidades, centros tecnológicos, el Itacyl, asociaciones empresariales,... para financiar proyectos de investigación que estén relacionados con las necesidades del sector. A través de nuestro fondo de eduación y promoción servimos de puente y financiamos aquellas actividades que atiendan las necesidades de nuestros clientes.

— La caja es fruto de la fusión de muchas otras cajas rurales, y el objetivo de esta presidencia es aglutinar todavía más entidades. ¿Quizá crear una única, como en otros países europeos?

— Tenemos la mentalidad de puertas abiertas, no queremos forzar a nadie a tomar una decisión que no quiera. Pero el sector financiero necesita economías de escala para ser rentable. Las cajas rurales compartimos principios, valoles y visión, y eso debería permitir que continuase el proceso de fusión. Cajamar ha sido la impulsora, representa en la actualidad más del 50% del volumen de negocio de las cajas rurales de España; y tenemos vocación de seguir incorporando más. Pero la integración no es un objetivo en sí mismo. Ahora, con los márgenes tan reducidos, las exigencias de solvencia y de control del riesgo, necesitamos economías de escala que nos permitan seguir siendo útiles y suficientemente solventes. Eso precisa una dimensión que sabemos que, aún siendo los más grandes, tenemos que seguir incrementando. Hemos ideado distintas fórmulas de integración, y lo que buscamos son compromisos a largo plazo.

— ¿Han iniciado contactos con otras cajas rurales, por ejemplo la de Zamora, con fuerte implantación en León?

— Cuando me nombraron presidente envié una carta a todos los presidentes de las cajas rurales de España manifestando nuestra voluntad de colaboración. No tenemos ninguna relación concreta con esta caja, pero saben que estamos dispuestos a abrir nuestras puertas y nos gustaría incorporar más entidades. Pero insisto, hay que compartir la visión a medio y largo plazo; y un compromiso tan importante como mutualizar los beneficios y pérdidas que puedan tenerse.

— Esa visión camina también hacia el mercado internacional.

— Tenemos relaciones con otros grupos, como Rabobank o Credit Agricole, y participamos en la Asociación Europea de Cooperativas de Crédito y en asambleas internacionales, porque entendemos que en un mundo globalizado las cooperativas tienen sentido. De hecho algunas de ellas son de las más sólidas del sistema financiero europeo. Entre ellas Cajamar, que es supervisada directamente por el Banco Central Europeo por su volumen de activos, 40.000 millones de euros; y 67.000 millones de euros de volumen de actividad. Eso nos lleva a ser una de las entidades más significativas del sistema financiero español. Y habrá que forjar alianzas para iniciativas de carácter internacional.

— Con los tipos de interés bajo cero, y los requisitos regulatorios actuales y que se prevén, ¿cómo aborda Cajamar las exigencias desde su tamaño y situación actual?

— El tamaño es condición absolutamente necesaria, pero no suficiente; hay que tener también estrategia y personas. Tenemos unos servicios centrales para todo el grupo, y también una red de oficinas en la que intentamos dar un servicio diferente para tener una ventaja competitiva frente al resto del sector. Servicios que se basan en la especialización en el sector agroalimentario; la proximidad, porque conocer las necesidades de nuestros clientes es un elemento fundamental; agilidad en la respuesta e incorporación de las nuevas tecnologías. Crecemos en el mercado exterior, y participamos en la transferencia del conocimiento. Con estos parámetros ofrecemos una cartera de servicios que van mucho más allá de lo que es el crédito.

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