SUCESOS
Roba de noche en una casa mientras la familia dormía y apuñala al dueño, que se despertó al escuchar ruidos
La Audiencia Provincial lo condena a más de seis años de prisión
miguel ángel zamora | león
La sección tercera de la Audiencia Provincial ha condenado a una pena de cuatro años de prisión por robo en vivienda habitada y a otra de dos años por lesiones, a un individuo que asaltó una casa mientras sus dueños dormían y apuñaló al padre de familia cuando este se percató del ataque y trató de impedirlo para proteger a su familia.
El apartado de hechos probados de la sentencia, que obra en poder de este periódico, da por probado que sobre las 2.00 de la madrugada del 3 de diciembre de 2.015, el acusado, con antecedentes penales cancelables, guiado por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, logró abrir la puerta de la vivienda, en la que se encontraban durmiendo un matrimonio y sus cuatro hijos menores de edad, y tras revolver distintas dependencias de la casa se apoderó de 500 euros.
Con el ruido, el padre se despertó y observó en la puerta de su dormitorio al acusado quien portaba un cuchillo y que al verse sorprendido reaccionó de forma violenta dirigiendo el arma contra el progenitor, clavándosela en la zona escapular izquierda, ante lo cual el padre de familia en su afán por defenderse y de evitar un nuevo acuchillamiento sujetó el cuchillo por el filo, lo que le produjo lesiones diagnosticadas como mano catastrófica izquierda.
La esposa, mientras su esposo forcejeaba con el acusado para intentar llevarlo hacia la puerta de la casa, golpeó a éste con una espumadera en la cabeza, y como quiera que de momento quedó sorprendido, entre los dos lograron sacarlo a empujones del domicilio cerrando la puerta inmediatamente y evitando que volviese a entrar, abandonando el acusado el lugar.
Sobre las 15.10 horas del 4 de diciembre de 2.015, dos policías localizaron al acusado en la confluencia de las calles Colón y Lucas de Tuy de la ciudad de León y en el momento de su detención reaccionó con agresividad frente a los mismos para impedirla, propinándoles patadas y puñetazos e intentando morder la oreja al segundo de los agentes, ninguno de los cuales sufrió lesión.
Por todo ello, se estipula una pena de cuatro años y tres meses de prisión por robo, dos años más por atentado a la autoridad y una multa de seis meses a razón de diez euros diarios.