León reduce las pérdidas de agua de 15,7 a apenas 3,4 millones de metros cúbicos
La doble traída del Porma y el Luna garantiza el abastecimiento en la ciudad pese a que la sequía actual persista.
álvaro caballero | león
Por el camino, entre la captación de los pantanos y los depósitos y entre éstos y el grifo de las casas, se quedaban 15,7 millones de metros cúbicos de agua cada año. El dato, en frío, no dice mucho. Pero si se piensa en 6.280 piscinas olímpicas llenas a rebosar se pueden visibilizar las pérdidas que tenía la red de abastecimiento de León hace apenas 7 años, como recordó ayer el alcalde, Antonio Silván, durante su visita a las instalaciones de la estación de tratamiento de agua potable del Alto del Portillín. Ahora, como recalcó el regidor, desde la entrada en funcionamiento de la sociedad mixta Aguas de León en el año 2010, las fugas apenas suman 3,4 millones de metros cúbicos anuales, lo que supone pasar del 62% al 28% del caudal captado, y permite «haber ahorrado 55 millones de metros cúbicos estos años, tras una inversión en mejoras de 3,5 millones de euros y la puesta en marcha del modelo de gestión implantado por el socio privado.
La inversión llegará a los 5 millones de euros con la suma de otros «1,56 millones de euros este año», como expuso el alcalde. El regidor describió que las intervenciones, que han ayudado a avanzar en «el telecontrol y las redes», ahora se centrarán en continuar con la modernización de los 378 kilómetros de tuberías e incidir en «la conservación de los depósitos de agua», repartidos entre Oteruelo, el alto de la carretera de Asturias y una pequeña instalación para dar servicio a Cantamilanos desde los Altos del Duero.
La infraestructura se completa con «433 kilómetros de red de alcantarillado, 13.100 acometidas de agua y 4.036 bocas de riego», enumeró Silván, después de reseñar que la empresa mixta cuenta con 84.260 contratos, que representan a un total de 135.000 personas, entre la capital, el polígono de Onzonilla y las localidades de Villaobispo y La Virgen del Camino.
Pese a la sequía que ha hecho encender la alerta por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), no habrá problema alguno para el abastecimiento, que cuenta con dos traídas diferentes: una del Luna y otra del Porma. Este sistema, casi único en las ciudades españolas, hace que la ausencia de precipitaciones meteorológicas «no vaya a repercutir» en el servicio «salvo que hasta final de año no llueva», como explicó el gerente de la sociedad, Carlos de Castro, a quien Silván elogió por «su labor durante estos años» y que cesará ante su próxima jubilación.
Las políticas de ahorro puestas en marcha durante estos años para reducir los caudales que se perdían ayudan a que ahora sólo haya que continuar con esta labor, pero sin que «CHD haya enviado ninguna comunicación al Ayuntamiento» para que adopte medidas extraordinarias, como señaló el concejal responsable, José María López Benito, quien expuso que «los baldeos de agua para la limpieza de las calles ya no se hacen con agua de la traída».