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La operación de tráfico de la Semana Santa triplica el tránsito por la A-231

La autovía del Camino de Santiago se confirma como conexión estratégica para el noroeste.

Viajeros en las áreas de descanso de la A-231 en el entorno de Palanquinos, ayer a mediodía. MARCIANO PÉREZ

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León

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l. u. | león

La autovía del Camino de Santiago expone la proyección más próspera entre las vías de alta capacidad que atraviesan la provincia leonesa. El ejemplo se acentúa entre las fechas estacionales de mayor movimiento de tráficos rodados por carretera, cuando la A-231 llega a multiplicar por tres el aforo frente a los índices de ocupación media que presenta en su progresión. El aluvión de demanda de conductores que se sirven del trazado explosiona en fechas como la semana santa, con la operación especial de tráfico que explica que la densidad de circulación ronde los treinta mil vehículos diarios. La avalancha, creciente, se aprecia en las áreas de descanso que se han levantado en los costados de la autovía, que desde mediados de esta semana refleja las posibilidades que presenta para los trayectos entre el este y el oste de la península. La A-231 emerge, de esta forma, como traza esencial de conexión entre arterias de alta capacidad del noreste peninsular, las autopistas que enlazan el valle del Ebro con el País Vasco, y el extremo oeste. La autovía que conecta León con Burgos se aproxima a la efeméride de sus veinte años en servicio (el tramo santas Martas-Sahagún se abrió en 1998), con los mejores datos de usuarios. Rompe techos ejercicio tras ejercicio, máxime después de ese periodo de crisis que desde el inicio de la década ahogó también los desplazamientos por carretera. La intensidad media diaria de circulación se acerca a los doce mil vehículos; aunque la situación geográfica, su expansión diagonal, asiste a esa definición secular que expone León como cruce de caminos y le hace permeable a la demanda estacional de vías seguras y eficientes para conectar el tercio norte del territorio español. Por eso en las fechas señaladas en rojo para confeccionar el calendario de tráfico, los flancos de la autovía ofrecen ese escaparate de actividad en torno a los servicios que le asemejan a las arterias de comunicación más demandadas del territorio; el arco del mediterráneo, como mejor ejemplo. El empuje de la demanda del camino de Santiago sobre cuatro carriles que ocupa sesenta kilómetros de trazado en la provincia leonesa traslada un gentío a las áreas de servicio que se han levantado en el entorno de la autovía; Sahagún, El Burgo Ranero y Palanquinos son un hervidero de conductores en parada y resuello desde el pasado sábado; y en sentido creciente hasta el próximo domingo. La eficiencia de la A-231 para completar el salto desde la Vasco Aragonesa a la A-66 y las Rías Baixas queda fuera de toda duda en esta Semana Santa.

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