Hallan muerto en su celda al asesino de Roberto Larralde

José Ramón Vega, que fue condenado el pasado mes de marzo a 21 años de cárcel por el asesinato de Roberto Larralde, ha aparecido muerto en su celda de la prisión de Teixeiro, en La Coruña, según confirmó su abogado. La familia recibió esta mañana una llamada de la prisión gallega. De momento, el juzgado número 2 de Betanzos se ha hecho cargo de la investigación a la espera de que se le practique la autopsia.

Según fuentes de la institución penitenciaria, en información recogida por La Voz de Galicia, la alarma saltó sobre las ocho de la mañana, cuando los funcionarios de Teixeiro hacen el recuento de presos en sus celdas. Al llegar a la ocupada por José Ramón Vega (en compañía con otro reo), los funcionarios notaron que no se levantaba de su cama. Inmediatamente llamaron a los médicos del centro penitenciario, que intentaron reanimar a Vega sin éxito.

El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Galicia, donde se le realizará la autopsia. El abogado cuenta con tener esta tarde un primer informe que esclarezca el fallecimiento. El caso ha sido enviado al juzgado número dos de Betanzos, en funciones de guardia. Según fuentes de la cárcel de Teixeiro, se sospecha que la muerte de José Ramón Vega fue por causas naturales, y todo apunta a un infarto de miocardio, informa Emiliano Mouzo.

Fernando Rodríguez Santocildes, que llevó su defensa en el reciente juicio en la Audiencia Provincial, aseguró que desconocen las causas del fallecimiento. “La familia está muy afectada”, aseguró.

La Audiencia Provincial de León le impuso 20 años como autor material de un delito de asesinato con alevosia y con el agravante de recibir una recompensa por el mismo, y otro año más por tenencia ilícita de armas.

El jurado consideró probado que José Ramón Vega  fue el autor material del disparo que acabó con la vida del ex boxeador por encargo del empresario Julio López a cambio de una importante retribución económica. Este empresario había iniciado meses antes del asesinato una relación sentimental con Miriam Caballero, esposa de Roberto Larralde, que también fue declarada culpable.

“Roberto Larralde era mi amigo y juro por la vida de mis hijos que no lo maté”, dijo José Ramón Vega en su alegato final. Según el fallo de la Audiencia Provincial, le disparó por la espalda, a la cabeza y a corta distancia, acabando con su vida en pocos instantes.

El pasado mes de marzo Vega fue condenado en León, junto a otras tres personas, por la muerte del boxeador Roberto Larralde.

El veredicto del jurado refrendó que José Ramón Vega fue el autor material del disparo que acabó con la vida de Roberto Larralde por encargo del empresario Julio López, también condenado, a cambio de una importante retribución económica.

Este empresario había iniciado meses antes del asesinato una relación sentimental con Miriam Caballero, que también ha sido condenada.

Al cuarto condenado, Froilán Álvarez, el fiscal lo consideró colaborador necesario y la persona que, por su condición de detective privado, asesoró al empresario para preparar una coartada.

El fiscal consideró en sus calificaciones finales que la víctima era un marido "molesto" y que Miriam Caballero y su amante urdieron el crimen para acabar con su vida y poder mantener libremente su relación sentimental.

Con ese fin, el empresario encargó a Vega que acabase con la vida de Larralde, valiéndose de la amistad que mantenía con la víctima, ya que ambos habían coincidido en la cárcel en 2011.

El asesinato se cometió poco antes de las once de la noche del 13 septiembre de 2014 en un paraje de Santa Olaja de Rivera muy próximo a León, al que la víctima fue conducido mediante engaños, ya que José Ramón Vega le indicó que se iban a reunir con unas personas para tratar sobre un alijo de droga.

Tras recibir un disparo en la cabeza, fue golpeado con saña para simular un ajuste de cuentas y posteriormente fue enterrado, si bien su cadáver no pudo ser localizado hasta el 19 de ese mismo mes, cuando ya se había activado un amplio dispositivo de búsqueda.

Albañil de profesión, Larralde era miembro de una conocida familia de mercheros asentada en León. La víctima, que contaba 37 años cuando fue asesinado, acababa de regresar al ring tras un paréntesis en su carrera y tenía previsto probar suerte en la categoría de los pesos pesados.