LEÓN ■ OBRAS EN LA CIUDAD
La glorieta de La Granja se llena de parches en apenas medio año de uso
El proyecto, que incluyó el cruce de los Hospitales, tuvo un coste de 1,4 millones
Los operarios de la empresa levantaron ayer las zonas dañadas y volvieron a asfaltar. RAMIRO
l. urdiales / á. caballero | León
Apenas medio año después del estreno, la glorieta que se vendió como solución al cruce de la ronda Este en la zona de la Granja luce ya un rosario de parches. En poco más de seis meses, el firme se ha visto vencido por una serie de baches que han obligado a enmendarse a los responsables de la empresa adjudicataria, Construcciones Glesa, a enmendarse para que los cerca de 20.000 vehículos que transitan a diario por este punto no se dejen las ruedas y los amortiguadores en el empeño de circunvalar la ciudad.
No era fácil salvar ya los baches, al ritmo que habían crecido en las últimas semanas, después de que los primeros rastros de gravilla desprendida dejaran paso a mayores desperfectos. Los baches se sucedían sobre todo en los puntos de salida de las vías adyacentes, como el camino de la Granja y el acceso a La Candamia, donde la tracción de las ruedas había levantado la piedra por el escaso efecto de la mezcla asfáltica colocada para darle consistencia. Con este panorama, los operarios volvieron ayer a la zona en la que ni siquiera se había quitado la señalización de obra. La intervención se limitó a marcar el espacio en el que aparecieron los agujeros, fresar la capa superficial y volver a colocar una plancha de asfalto. Ahora, habrá que esperar a ver cómo compacta el material y si se reproducen de nuevo los fallos en la glorieta de reciente ejecución.
La presencia de los obreros para restañar el asfaltado volvió a agudizar en el cruce de La Granja las colas de vehículos, sobre todo en coincidencia con los horarios de entrada y salida de los turnos laborales. Las retenciones devolvieron la imagen de los meses de trabajos en los que la circunvalación se convirtió en una vía lenta, en contra de su misión como agilizadora del tráfico. No se logra aún en estos momentos, en las horas punta, opuesto que la solución adoptada nada tiene que ver con la planteada pocos metros más allá, en la intersección de Villaobispo, donde se decidió soterrar los carriles de la ronda y dejar en superficie las salidas.
No se hizo en La Granja, ni tampoco en Hospitales, por la decisión del Gobierno de ahorrar en la factura. El encargo de eliminación de los dos cruces se resolvió con los apenas 1,4 millones de euros que fijó Glesa en su oferta, con una merma sobre el tipo de licitación de cerca de 700.000 euros. Lejos, en todo caso, de los alrededor de 9 millones de euros que se estimaba que costaría el soterramiento de las dos intersecciones, a las que renunció el anterior equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento con la excusa de que la solución adoptada sería provisional. Fomento ya aclaró hace meses que será definitiva. Aunque empiecen los parches.