LA ENTREVISTA
«No hay suficientes recursos dedicados a la investigación del envejecimiento»
JUAN CARLOS IZPISÚA BELMONTE | DIRECTOR DE LA CÁTEDRA GUILLEMIN DEL LABORATORIO DE EXPRESIÓN GENÉTICA DEL INSTITUTO SALK
MARÍA J. MUÑIZ | LEÓN
Juan Carlos Izpisúa Belmonte (Hellín, 1960) es profesor de investigación y directorde la Cátedra Roger Guillemin en el Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk de California, y uno de los pioneros en la investigación de la medicina regenerativa. Hoy pronuncia la conferencia del acto de entrega del Premio Syva a la Mejor Tesis Doctoral en Sanidad Animal. Un acto que se desarrollará a partir de las 12.00 horas en el Paraninfo de la Facultad de Veterinaria.
— Su trabajo se centra en los estudios sobre el envejecimiento y la regeneración, ¿cuáles son las principales líneas de investigación en este momento?
— Nuestro trabajo está centrado en prevenir o revertir el envejecimiento con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas de edad avanzada. Recientemente, hemos demostrado que la reprogramación celular tanto en células humanas como en un animal vivo puede retrasar el envejecimiento y extender la vida. Esta es la primera vez que se demuestra que la reprogramación celular tiene un efecto beneficioso en un animal vivo. Mediante la reprogramación hemos conseguido mejorar diversos órganos y tejidos, aumentar la vida de los ratones, y mejorar la reparación del páncreas y el músculo después de una lesión. En estos momentos estamos desarrollando estrategias para inducir rejuvenecimiento celular mediante reprogramación usando compuestos químicos. Comparado con los factores de reprogramación usados en nuestro reciente trabajo, estos nuevos métodos serán más fáciles de aplicar en la clínica y por lo tanto utilizarse en humanos.
— El envejecimiento es una de las principales preocupaciones de la sociedad actual, el aumento de la esperanza de vida hace que aparezcan también nuevos retos desde el punto de vista de la salud. ¿Está la investigación suficientemente volcada en mejorar la calidad de vida de esta población más envejecida?
— En mi opinión la sociedad y los gobiernos están comenzado a percatarse del gran problema que supone el envejecimiento. Esto esta sucediendo muy poco a poco. Aunque la comunidad científica reconoce este problema, creo que todavía no hay suficientes recursos destinados a la investigación en este campo. Asumimos el envejecimiento como algo natural contra lo que no debemos o podemos hacer nada. La pregunta que nos hacemos es si el envejecimiento puede retrasarse o incluso revertirse.
— ¿El objetivo tiene que estar enfocado a vivir más, o a que esa vida más larga sea de calidad?
— Nuestro objetivo es vivir mejor. Mejorar la calidad de vida para que cuando seamos viejos podamos ser independientes y sufrir menos los efectos del envejecimiento. Por supuesto, desde el punto de vista científico, también queremos conocer más a fondo por qué y cómo envejecemos. Es una de las cuestiones más fascinantes de la naturaleza.
— ¿Qué factores determinan a lo largo de la vida una mejor salud en la vejez?
— El envejecimiento tiene múltiples causas. A lo largo de nuestra vida, nuestras células acumulan daño en forma de mutaciones en nuestro ADN, daño oxidativo, nuestros telomeros se acortan y perdemos las células madre que regeneran nuestros tejidos. Hoy en día todavía desconocemos cuáles son los factores determinantes que nos hacen envejecer. Nuestra hipótesis es que las marcas epigenéticas que controlan la expresión de nuestros genes son las que nos hacen envejecer. Nuestro objetivo es revertir estas marcas a un estadio más joven. Lo que sí sabemos es que nuestra interacción con el medio ambiente, la manera en la que vivimos, la alimentación, el ejercicio, el stress, son factores importantes para el envejecimiento.
— ¿Qué enfermedades considera que pueden ser controladas en un plazo relativamente corto?
— La realidad es que el envejecimiento es el mayor factor de riesgo para todas las enfermedades que padecemos, incluidas enfermedades neurodegenerativas, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Por estos motivos, frenar o revertir el avance del envejecimiento tendrá un gran efecto sobre el riesgo de padecer y sufrir estas enfermedades.
— Sus investigaciones se han fijado en la capacidad de algunos animales para regenerar sus extremidades. ¿Qué puede aportar a la medicina actual?
— En mi opinión, el estudio de animales que regeneran nos permitirá descubrir porqué los humanos no somos capaces de regenerar. En el futuro, es posible que estos descubrimientos nos permitan reactivar los mecanismos de regeneración en humanos.
— Muchas investigaciones en estos campos despiertan recelos éticos, ¿dónde están los límites de su aplicación?
— Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas de edad avanzada y reducir la incidencia de enfermedades. Creo que no despierta ningún problema ético y que todos estamos de acuerdo en que sería bueno. Respecto a las investigaciones que tienen como objetivo una extensión radical de la esperanza de vida, la sociedad en su conjunto, y no los científicos, deberá ser la que decida qué es lo que debemos y no debemos hacer.
— Una gran parte de la población mundial no tiene acceso a la mayoría de los avances médicos que se producen. ¿Eso no es también un problema ético?
— Todo ser humano sin distinción de origen o status socio-económico tiene que tener acceso igualitario a los avances médicos. Todos debemos contribuir a que así sea. No obstante, lo cierto y evidente es que la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos necesita financiación. Por este motivo los países más desarrollados tienen siempre un acceso más rápido a nuevos tratamientos. Es un pez que se muerde la cola. De todos modos, la comercialización de una terapia conduce al abaratamiento de su coste. Aún así, debemos incrementar esfuerzos y concienciar a las sociedades más ricas de que todos s somos iguales y tenemos que ser mucho más solidarios y generosos.
— Usted ha trabajado con organismos investigadores españoles, ¿qué considera que es mejorable en el sistema del país?
— España tiene grandes científicos, dentro y fuera de sus fronteras. Me siento bien en España por que es mi país. Respecto a Estados Unidos, es un país donde se valora enormemente la ciencia y la innovación. En general el gobernante español no está lo suficientemente educado en la importancia de la investigación fundamental y por ello dedica su atención a otras cosas que a largo plazo creo que no tienen ni punto de comparación con lo que la investigación y la tecnología puede hacer para el desarrollo de la humanidad.
— ¿Se apoya suficientemente a los jóvenes talentos en la investigación? ¿Considera que la formación que reciben está a la altura de la innovación puntera?
— Creo que la formación en España es buena en general, aunque, como todo, mejorable. No obstante, tras ese período inicial de formación, el problema grave es la continuidad. Creo que la queja continua de los científicos no lleva muy lejos y hay que buscar soluciones a largo plazo. El problema de base es la falta la educación y formación de nuestra sociedad en la investigación científica. Debemos educar a nuestros hijos para que una vez que estén en disposición de tomar decisiones, en cualquier ámbito, y muy especialmente si se dedican a la administración y la gobernabilidad de nuestra sociedad, sean conscientes de la importancia de la investigación. Ello cambiaria muchas cosas en nuestro país. El político de nuestra generación, por su falta de educación en el tema, aunque tenga curiosidad o interés, está perdido para la causa.