LA INVESTIGACIÓN DEL ATENTADO
La Unión Federal de Policías pide el cese del embajador español en Kabul
En un comunicado relata las «condiciones infrahumanas» en que trabajaban los policías
dl | león
El tema de la Embajada española en Kabul sigue de actualidad. Tras las desafortunadas declaraciones del embajador responsabilizando a los policías de las circunstancias que facilitaron el ataque terrorista, la viuda del policía leonés Isidro Gabino San Martín fue contundente al afirmar «Primero les ponen medallas y ahora les echan la culpa».
Pero ahora es la Unión Federal de Policía (UFP) quien en un comunicado pide responsabilidades al embajador Emilio Pérez de Ágreda porque la realidad es que estos policías «hacían su trabajo en unas condiciones infrahumanas».
El comunicado relata con detalle cómo y dónde están situadas las tres casas contiguas que conforman la embajada «fuera de la ‘green zone’, el área de seguridad de la capital afgana donde está prohibida la circulación de vehículos y cuyos accesos son controlados por agentes de la policía afgana. De hecho, la embajada se localiza en una de las calles más transitadas de la capital, donde cada día se forman largas colas de vehículos a la hora de la salidad del trabajo».
Señala la precaria seguridad de la embajada, aunque «la residencia del embajador sí está en la zona protegida verde». También indica que las pésimas condiciones «habían sido comunicadas por el Equipo de Seguridad de la Embajada (esos a los que ahora el gobernador culpa) tanto al embajador como al Ministerio de Asuntos Exteriores» en «informes oficiales desde el año 2008, sin que nadie tomara medidas para solucionarlo, cometiéndose el atentado siete años después». Termina «consideramos indispensable el cese de este representante diplomático que culpa a las víctimas de ‘facilitar el atentado’».