JESÚS DEL BARRIO. JEFE DEL GRUPO DE OBTENCIÓN POR SISTEMAS AÉREOS
«El Grosa equipara al Ejército español al del resto de Europa»
A. Calvo | León
Firme defensor de los RPAs o drones por la «seguridad» que dan a las tropas de Tierra, al teniente coronel Jesús del Barrio le gustaría poner a prueba en una misión a la unidad que ha dirigido desde su creación, el Grosa, antes de que sea destinado a otro puesto en el mes de septiembre del próximo año. El Grupo de Obtención por Sistemas Aéreos, conocido por su acrónimo del Grosa, es el primero con el que cuenta el Ejército español con vehículos no tripulados de clase 2, los Searcher MK III de fabricación israelí. Fue creado en octubre de 2015 y es fruto de la primera operación con UAV’s que el Ejército de Tierra de España realizó en Afganistán. Aunque depende del Regimiento de Inteligencia, con sede en Valencia, el Grosa tiene su sede oficial en la base leonesa de Conde de Gazola, aunque por las características de los UAV’s —Del Barrio prefiere usar esta designación o RPA’s frente a la palabra dron— también operará desde la Base Aérea de La Virgen del Camino, donde utilizarán la pista para los despegues y aterrizajes y donde cuentan con un hangar.
—¿En que situación se encuentra actualmente la unidad?
—Tras el primer vuelo en España, en septiembre de 2015 el pasado enero conseguimos la capacidad operativa plena, esto quiere decir que ya podemos realizar cualquier misión, ya sea en territorio nacional o en el extranjero. Tenemos sobre 130 de los cerca de 150 personas que conforman el Grosa. Estamos por encima del 80%, que es lo habitual en el Ejército por las vicisitudes del personal, los ascensos, las bajas o los traslados.
—El Grosa es una unidad nueva y muy innovadora. ¿Despierta interés entre los soldados?
—Sí, tiene mucha aceptación, sobre todo en León y en la Base Conde de Gazola, siempre que sale una plaza se cubre. Las más técnicas son más difíciles de cubrir, porque hay personal que aún está formándose porque se trata de especialidades nuevas.
—Al ser una unidad tan reciente, las novedades son constantes. ¿Cuál ha sido el último logro?
—Hace unas semanas que se modernizó el segundo sistema y ahora podemos operar con ellos simultáneamente. Es decir, una estación de control puede estar en León y otra en Zaragoza. La modernización consiste en actualización del software y cambio de frecuencias. También se ha logrado la capacidad de transferencia de control, con la que hemos ganado un alcance de hasta 500 kilómetros.
—¿Cuál es la formación de estos operadores de vuelo?
—El primer filtro los pasan en Torrejón, con un reconocimiento similar al de los pilotos del Ejército del Aire y después la fase de selección. Al curso específico sólo se quedan los mejores.
—Pertenecen al regimiento de Inteligencia. ¿También os forman en este sentido?
—Sí, también hay un curso específico para que el personal esté capacitado para determinadas misiones. Tras el vuelo del RPA y observar las imágenes, el operador de carga es el encargado de realizar el informe. Es personal altamente especializado y también habrá analistas de imágenes.
—¿Y qué les enseñan en el curso de inteligencia?
—Capacita a los soldados con una serie de herramientas y a valorar la información que se obtiene. Nosotros damos información, información a través de imágenes en tiempo real y tenemos que transformarla en inteligencia, por eso tenemos que estar formados para depurarla lo máximo posible, aunque es verdad que las imágenes son muy claras.
—Cuándo será el traslado definitivo a La Virgen. ¿Qué falta por acondicionar?
—El hangar ya está terminado, pero está pendiente el acondicionamiento de la pista para que los Searcher puedan aterrizar y despegar. Se van a cambiar las balizas y hay que poner los anclajes para el aterrizaje.
—Ahora trabajan con Fomento en la campaña de incendios. ¿Hay previstos acuerdos con más instituciones?
—Nosotros estamos para servir a la sociedad. Ahora estamos apoyando a la Junta, pero surgirán más posibilidades y nosotros estaremos donde nos demande. Estamos preparados para ejecutar cualquier misión que nos encargue Defensa; la unidad está diseñada para salvar vidas, porque contamos con un medio que alerta de cualquier incidente antes de que pueda ocurrir. Proporcionamos seguridad.
—¿Cómo fue vuestra experiencia en Afganistán?
—Fue una misión muy exitosa porque ayudamos al personal que estaba jugándose la vida, alertándoles de forma anticipada de posibles insurgentes. Siempre que sabían que estábamos ahí, las tropas se sentían más seguras. Hubo misiones muy peligrosas y nosotros las vivíamos con mucha intensidad.
—¿Fue a raíz de esa misión cuando el Ejército se planteó la necesidad de una unidad de Inteligencia con RPA’s?
—Él material se compró para trabajar en Afganistán y al volver en 2014 se vio la necesidad de crear esta unidad porque da una capacitación muy importante. En el futuro habrá más unidades de este tipo. Es la unidad con más futuro del Ejército y las unidades con UAV’s se van a imponer a todos los niveles, civil y militar.
—¿Cómo ha repercutido el Grosa en el Ejército Español?
—Hemos dado un paso importante para que España esté al mismo nivel que los países europeos. Francia, Italia, Alemania o Reino Unido están incrementando estas unidades. El Grosa ha subido al Ejército al tren tecnológico y nos equipara a países de nuestro entorno.