La gran obra del AVE en León entra en fase de hiperactividad

m. romero | león

Las primeras máquinas llegaron a la calle Astorga. Ocurría en abril de este año. Lo primero y más urgente era iniciar y terminar cuanto antes la reforma integral de este vial y de toda la red de saneamiento afectada por la mastodóntica obra de la integración ferroviaria. Y tras lo imprescindible, ya se empieza a visibilizar la magnitud de los trabajos que envolverán el barrio ferroviario hasta finales de 2018, cuando se dé por finalizado el aislamiento del Crucero y el fondo de saco que obstaculiza los viajes en tren entre Asturias y la meseta.

Ayer comenzaron los primeros movimientos para cortar el vial de acceso a la estación en sentido longitudinal —donde se encuentra la parada de taxis provisional—, que permitirá seguir manteniendo la entrada a las instalaciones, aunque desplazándola hacia el este para que se puedan ejecutar en dicho punto los muros pantalla que flanquarán las vías semisubterráneas.

El corte de la avenida de Palencia no tardará en llegar, según el calendario que se maneja en la obra. A lo largo del día de ayer también se comenzaron a desmontar los edificios prefabricado conocidos como caracolas donde se ubicaban provisionalmente instalaciones ferroviarias. Dichas estructuras se habían instalado durante el fallido intento de soterramiento anterior.

Los edificios, compuestos por contenedores prefabricados, tienen la versatilidad de poder ser trasladados a otras ubicaciones. En este caso se ha considerado que su buen estado permite reutilizarlo como edificio destinado a oficinas de las obras del soterramiento. Los prefabricados que se veían afectados por la línea de las pantallas del soterramiento se retranquean estos días hacia el edificio de la antigua residencia de agentes, para liberar el tramo afectado. En dichas oficinas establecerá su base la empresa Copasa, adjudicataria de la obra por 24,83 millones de euros. Según fuentes municipales, actualmente ya han concluido los trabajos de la línea aérea de electricidad que ha permitido despejar los tramos que se verán afectados por las máquinas pantalladoras, para que puedan trabajar de continuo sin encontrarse servicios comerciales. Estos trabajos para desviar cableados e instalaciones también han sido ejecutados y se espera que en breve lleguen las máquinas pesadas para montarse y comenzar las excavaciones, indicaron las mismas fuentes.

Por su parte, el edificio que oculta la fachada sur de la estación histórica ha quedado vacío al cambiar de ubicación el restaurante Dominos Pizza, dadas las dificultades que surgirían para mantener un negocio en medio de estas obras.

Hecho esto, la actividad era ayer muy visible también en la parte sur del proyecto, junto al edificio del CRC. Allí se ha construido una plataforma de hormigón, y en la parte norte ya se han despejado los andenes y vías desde el antiguo paso de los Quebrantos hasta el paso a nivel. Apenas quedan ya resquicios de las viejas instalaciones en esta zona un día ocupada por decenas de familias ferroviarias.

Se espera que en breve comiencen los trabajos para el desmontaje de la marquesina de la antigua estación. Se trata, según relatan fuentes solventes, de poder realizar los trabajos de forma continuada, garantizando su conservación y evitando posibles golpes, afecciones y deslizamientos de terreno durante la ejecución de las obras que podrían dañar la monumental estructura. El tratamiento de la marquesina se ejecuta después de 30 años sin actuaciones y se centrará en labores de lijado, pintura y reposición de los acristalamientos perdidos. El Ayuntamiento y Adif han tenido reuniones sobre este asunto y «hay garantías totales» de que los trabajos se realizarán con el máximo cuidado para el patrimonio.

El muro de la izquierda será demolido porque, como ya se aprecia, es la traza del soterramiento. RAMIRO