PRISIONES ■ LA VIDA EN LA CÁRCEL
Triana formaliza su relación con Romeo, un preso rumano, como ‘pareja de hecho’
Chelaru, un interno de Villahierro de 30 años condenado por robo, es su compañero
Triana durante su declaración en el juicio por el asesinato de Isabel Carrasco.
miguel ángel zamora | león
Triana Martínez, condenada a 20 años de prisión como autora de los delitos de asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas por la muerte de Isabel Carrasco, ha formalizado la relación sentimental que inició en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro con Romeo Chelaru, un joven rumano de 30 años de edad que cumple una condena de prisión por robo y ha firmado un documento por el que ambos se convierten en ‘pareja de hecho’.
Triana conoció al joven en la etapa en la que se decidió rebajar el régimen penitenciario en el que se encontraban la joven y su madre, Montserrat Martínez, condenada a 22 años de cárcel como autora material de los disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación Provincial.
La dirección de Villahierro concedió el traslado a uno de los módulos de respeto de la penitenciaría para tratar de aliviar la tensión que se había instaurado en la relación de las dos reclusas con el personal de la prisión en vísperas del juicio que se celebró en la Audiencia Provincial.
La finalidad de los módulos de respeto es lograr un clima de convivencia entre los residentes del módulo. El factor fundamental es la participación del interno en la vida, las tareas y las decisiones del módulo, a través de grupos de trabajo y comisiones de internos. Posibilita las relaciones entre los propios reclusos y no es la primera vez que se dan casos de estas características.
Fue así como Triana conoció a Romero, recluso de Villahierro condenado por un delito de robo que no tenía una pena demasiado elevada cuando se iniciaron los primeros escarceos amorosos.
La medida del traslado a los módulos de respeto no dio los resultados que se deseaban y pronto tuvieron que ser devueltas al mismo espacio en el que se encontraban al principio de su internamiento, donde las protestas habían sido constantes por las condiciones en las que, desde el punto de vista de las dos presas, se encontraban las instalaciones, la comida que se les ponía a su disposición y el régimen que en general se había dispuesto para ellas. De hecho, Montserrat alcanzó índices de colesterol bastante elevados por su afición a alimentarse con productos del economato.
Dictada la sentencia que condenó a las dos reclusas a las penas conocidas, Instituciones Penitenciarias determinó el traslado de ambas a Villanubla (Valladolid), como salida la mala relación que mantenían con el entorno en el que se rodeaban en la penitenciaría afincada en Mansilla de las Mulas, que llegó a hacer la convivencia complicada en determinados momentos.
A pesar de la distancia que les separa en la actualidad, Triana y Romeo han decidido dar un paso más en su relación y han formalizado su unión como pareja de hecho. El acuerdo es muy similar al matrimonio, con la única salvedad de que no se les permite a los miembros de la pareja presentar la declaración de la renta en la modalidad conjunta y se exige una antigüedad de dos años tras firmar el escrito y una convivencia de cinco años para que puedan tener derecho a la pensión de viudedad.
En caso de que la nueva pareja formada por Triana y Romeo decida tener hijos en algún momento, el apartado de derechos y obligaciones a los que deberán someterse son los mismos que en un matrimonio convencional, según estipula la ley.