El agresor
Una forma de reconocer a un niño agresor es fijarse en determinadas conductas como que su actitud es agresiva con su familia y amigos, es excesivamente reservado e inaccesible, tiene objetos que no son suyos y de procedencia de difícil justificación, miente para justificar su conducta o no tiene sentimiento de culpa cuando hace daño. También, cuando miente para causar daño o perjudicar a otros. Hay que tener en cuenta si otros informan a la familia de que su hijo agrede a otros niños o si los padres ven que sus compañeros rehúyen y se mantienen distantes de él.