león ■ infraestructuras
Un supermercado y una gasolinera abren la opción comercial en el contorno de la LE-20
El vértice entre el camino del Vago y el de acceso a la Candamia sufrirá una trasformación a zona de equipamiento
l. u. | león
El contorno de la ronda Este experimentará una transformación definitiva cuando se ejecute el proyecto que se perfila de fondo al pie de la rotonda de la Granja. Una gasolinera y un espacio comercial para supermercado elevan a cotas insospechadas las posibilidades de ese vértice extremo del municipio de Villaquilambre que se forma entre los enlaces del camino del Vago y la carretera que conduce al Portillín (la LE-5508) con la circular de la LE-20.
El otro lado de la circunvalación dispondrá de nuevos equipamientos que incentivarán el crecimiento de actividad y demanda de servicios en torno al principal anillo de comunicación que abraza la ciudad. Treinta mil vehículos al día son una opción relevante para justificar una inversión en servicios de distribución y venta de combustible, dentro de un término municipal que no sufre saturación de este tipo de oferta o negocios.
La transformación urbana que se plantea para este punto se perfila sobre una espacio aproximado a los diez mil metros, que agilizará un cambio en la estructura de comunicación de la zona; hasta ahora de bajo perfil, con una camino auxiliar y alternativo y poco recurrido para acceder a la localidad de Villaobispo, el camino del Vago, que corre paralelo al discurso de la ronda; y el vial de entrada hacia el área recreativa y fluvial de la Candamia, que comparte trazado con la carretera provincial que enlaza la circunvalación con el corazón de la Sobarriba. Cuando la prestación que se ha diseñado se ponga marcha, la densidad de circulación hacia ese flanco resultará bien distinto. Supermercado y gasolinera van a terminar por desplazar esa cara de rusticidad que define de forma mayoritaria a la margen este de la LE-20, aún treinta años después de su puesta en servicio. La iniciativa despereza la actividad en un espacio salpicado de prados y amplía el horizonte urbano que para este flanco se inauguró con los residenciales, pioneros en romper la monotonía que distinguía la margen derecha del Torío.