El ‘phishing’, una de las tres formas más habituales de estafar en la Red

El phishing es una de las tres formas de estafa a través de la red, junto a las tarjetas de crédito y el pharming , una variante del primero en el que los timadores buscan webs auténticas para direccionar las visitas que se realizan hacia sus propios espacios en Internet.

En el caso del phishing se intentan obtener datos sensibles de la víctima, no sólo de tarjeta de crédito sino también claves y nombres de usuarios para suplantar su identidad en entidades de crédito y tener acceso a cuentas de correo legítimas desde las que continuar la estafa. Normalmente, explican fuentes de la Guardia Civil, el funcionamiento consiste en el envío masivo de correos electrónicos -spam- simulando proceder de una entidad bancaria o de pago por Internet utilizando muchas veces sus logotipos o gráficos originales, y solicitando verificar o confirmar la información de la cuenta de que se dispone en esa entidad.

En poco tiempo, las estafas por la red se han extendido como la pólvora. Hasta en seis modalidades, según el último informe de la Benemérita: El más común son los timos de compra online, pero hay más, como las estafas sentimentales en las que el estafador usa un servicio de citas online o de mensajería instantánea demostrando interés sentimental en la víctima y a veces enviando fotos de una persona atractiva para ganar su confianza... las extorsiones, como son las amenazas de secuestro, las estafas de caridad, en las que se suplanta una organización de caridad solicitando donaciones para catástrofes naturales, ataques terroristas, enfermedades... o las falsas ofertas de trabajo o negocio. Todo con un reto: engañar.