SAN ANDRÉS DEL RABANEDO
El Consistorio pone en valor la presa del Bernesga
Urbanismo desbroza las márgenes de esta histórica conducción hidráulica de 800 años.
p. infiesta | san andrés
El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo está poniendo en valor la presa del Bernesga, que riega huertas y fincas desde Lorenzana a Grulleros desde hace más de 800 años. El Consistorio ha acondicionado las márgenes de esta antiquísima conducción hidráulica a su paso por la calle Limonar de Cuba para mejorar el estado que presenta la senda que discurre por su entorno. Para ello lo ha desbrozado y limpiado. Pese a no ser de titularidad municipal, la concejalía de Urbanismo es la que, a través del servicio municipal de Obras, se ha encargado de acometer estos trabajos para atender las demandas vecinales. Unas quejas que se basaban en que la maleza que crecía en la zona, muy pegada a las viviendas, podía generar alguna situación de riesgo.
La presa lleva años sufriendo el acoso urbanístico en el alfoz de León y la desidia en los municipios por los que discurren sus 38,5 kilómetros de cauce: Cuadros, Sariegos, San Andrés, León, Onzonilla y Vega de Infanzones. También la merma de su fin principal, el riego de 700 hectáreas en Lorenzana, Sariegos, Azadinos, Villabalter, San Andrés, Trobajo del Camino, Armunia, Trobajo del Cerecedo, Vilecha, Onzonilla y Grulleros. La presa posee seis metros de anchura de cauce y tres metros de banzo a cada lado para servidumbre y conservación del cauce, que en algunos puntos han sido invadidos por urbanizaciones, como en Trobajo del Camino, ya que los propietarios ven las fincas más como solares que como tierras de labor. Otro de los problemas del cauce histórico es el deficiente aprovechamiento de las aguas, porque al tratarse de un lecho de tierra, el agua que se filtra provoca pérdidas y eleva la capa freática del entorno de la presa.
De manera paralela, desde la concejalía de Medio Ambiente se han puesto en marcha las labores de poda de los cerca de 2.400 árboles de los cuatro núcleos de población del municipio. El Ayuntamiento se adelanta así a la temporada de poda, comenzando las tareas en los primeros días de octubre con el fin de evitar que la caída de la hoja pueda provocar atascos en los sumideros de la red de aguas pluviales. Con esta medida también se persigue reducir en lo posible los incidentes que cada año se producen en las vías públicas como consecuencia del efecto deslizante de la hoja, con el consiguiente riesgo tanto para peatones como para vehículos.