Una merienda entre León y Cuenca

m. romero | león

Hoy se conocerá dónde toca el ‘Gordo’ de la gastronomía española; si en Cuenca o en León. Será a la una de la tarde en el madrileño palacio de Fernán Núñez y hasta allí viaja hoy una delegación leonesa encabezada por el concejal Pedro Llamas y apoyada por una veintena de profesionales del sector del turismo. Frente a ellos estarán los candidatos conquenses. Y en medio, un jurado de trece personas que tendrán que decidir entre la oferta presentada por León, orientada a subrayar los matices de los numerosos productos locales que engloba la variada provincia del Noroeste, y el rigor y riqueza del producto de Cuenca, ciudad que se presenta por segundo año y que basa su propuesta en un dilatado calendario de ferias y encuentros culinarios. Los contenidos son muy parecidos. La diferencia está en el producto. De ahí que la decisión sea difícil: repetir capital manchega —Toledo obtuvo el título en 2016— o lanzarse a la conquista del Noroeste para potenciar y consolidar una marca cuyo valor —180.000 euros de canon— fluctúa dependiendo del uso que la ciudad premiada consiga durante su año gastronómico. Y en este sentido, de manera objetiva los números deberían favorecer a León. Según el INE, entre enero y abril la capital conquense recibió 86.072 viajeros que realizaron 151.856 pernoctaciones frente a los 358.562 turistas que pasaron por León (558.228 pernoctaciones). Pero la decisión del jurado no sólo se basa en números. La modernización del sector, la formación de sus profesionales, el tratamiento del producto local y el consenso social son algunos de los factores que en teoría también se miden, razón por la que miles de ojos están puestos hoy en lo que se decida en Madrid. León, manjar de reyes es el lema con el que se pretende atraer la atención del mundo gastronómico el próximo año. Si la lotería toca en Cuenca, León tiene un suculento plan B.