La hostelería local logró que sus bocados en miniatura fueran referencia de la ciudad

Vitoria-Gasteiz sigue rentabilizando la marca de Capital Española de la Gastronomía. Junto al sello de Capital Verde Europea de 2012, forma parte del mejor marchamo de la capital vasca en cualquier promoción turística de una ciudad con una población muy similar a León. «Para Vitoria-Gasteiz, ser capital en 2014 fue un importante reconocimiento a la labor que durante años ha venido realizando la hostelería local, sobre todo en el campo de la gastronomía en miniatura», explica un portavoz del gobierno municipal. Vitoria-Gasteiz fue elegida en una de las más duras competiciones por esta marca de calidad, en competencia con Valencia, Huesca y Sant Carles de la Rápita (Tarragona). Hizo un recorrido parecido a León, al reunir 10.000 apoyos por parte de instituciones, hosteleros y ciudadanos y el jurado valoró, además, «el indiscutible prestigio y calidad de la cocina vasca, a la que se rinde homenaje con esta elección», destacaron sus miembros en el acta, así como el apoyo a la candidatura de algunos de sus máximos representantes, como Juan Mari Arzak y su hija Elena, Pedro Subijana y Martín Berasategui, entre otros. Haber sido Capital Española de la Gastronomía y el hecho de ser reconocidos en 2012 como Capital Verde Europea representan hoy los dos de los grandes valores en los que se asienta la filosofía de vida de la ciudad: sostenibilidad y gastronomía local, aunque el impacto gastronómico fue mayor. «Somos un destino de referencia por la calidad de nuestros pinchos y, además, porque pocas ciudades pueden combinar una amplia gama de bocados en miniatura con la proximidad de los vinos de Rioja Alavesa. Es una posición de ventaja que tenemos que agradecer al sector del comercio y hostelería local, cuya profesionalidad e implicación en la puesta en marcha de cada acción ha sido determinante». En términos económicos, Vitoria-Gasteiz mejoró ese año sus pernoctaciones en un 9,%, aunque también hubo algunas críticas a la gestión por los grupos de la oposición. Desde entonces, la ciudad, dice en su web, es un referente de la mejor gastronomía. Su culto se palpa «en cada expresión de la vida diaria». Quizá, su mejor éxito.