LEÓN ■ INICIATIVA EMPRESARIAL
Un hotelín en el palacete de Ordoño
El inmueble diseñado por Manuel de Cárdenas y que fue propiedad de los Quijano será un hostal boutique de alto nivel Contará con 11 habitaciones, piscina, terraza y sala de desayuno.
álvaro caballero | león
Uno de los último de los palacetes unifamiliares con los que la burguesía leonesa compitió entre sí para mostrar su auge durante la primera parte del siglo XX se convertirá ahora en un pequeño hotel con encanto encuadrado en plena avenida Ordoño II. La casa del número 24 de la céntrica vía, construida en 1929 a partir de los planos del arquitecto Manuel de Cárdenas, adecuará sus más de 1.000 metros cuadrados construidos y 626 útiles interiores para el uso de once habitaciones con baño, una piscina cubierta, gimnasio y sala de desayunos como nueva apuesta turística del sector privado dentro del modelo de alojamientos denominados bed and breakfast boutique, orientados a un perfil de cliente de alto standing.
El proyecto firma un presupuesto de ejecución material de 591.644 euros, de acuerdo a la documentación sometida a exposición pública para la concesión de la licencia ambiental, que llevará adelante la sociedad Inmoprinver 2008 SL, propiedad de los hermanos dueños de la multinacional de confección de ropa de trabajo Mayton. La empresa prevé que en 5 meses estén terminados los trabajos de adecuación, que empezarán por la rehabilitación de la cubierta en la que existe un avanzado deterioro, lo que permitiría su apertura para el segundo trimestre del año.
Conforme a los planos presentados, en el semisótano estarán las instalaciones y almacenes; en la planta baja irán los accesos, aseos, vestíbulos, oficinas, piscina y gimnasio; en la primera, se ubicará la recepción, sala de desayunos y dos habitaciones; en la segunda, se repartirán cuatro habitaciones; y en la tercera, tendrán espacio cinco estancias más y una terraza.
La casa, incluida en el catálogo de bienes protegidos con un grado de protección 2, fue diseñada por el afamado arquitecto por encargo de su cuñado, José Vázquez Rodríguez, quien estaba casado con Matilde Rodríguez Guisasola, hermana de su esposa. Conservada dentro de la familia hasta finales de siglo, en 2001 fue adquirida por el mayor de los hermanos del grupo Café Quijano, Manuel, quien después de hacer una gran reforma en la que se incluyó la instalación de un estudio de grabación en la última planta y la construcción de la piscina y un garaje que se veía desde el salón, acabó por ponerla en venta en 2008 por una cifra cercana a los 5,5 millones de euros. No hubo quién pagara la cifra, ni las rebajas posteriores, y la propiedad terminó en manos de la entidad financiera España Duero. A finales del pasado año se colocó en la fachada el cartel de vendido. Ahora, la nueva vida del palacete rejuvenece el pasado de la burquesía leonesa como hostal boutique.