LEÓN ■ EDUCACIÓN
La elección de las mejores notas
Saúl Landeira tiene la nota más alta de acceso de la Universidad de León, con un 13,680 y estudia Biotecnología Aarón Alonso, con su 13,378, apostó por Lengua Española y su Literatura
A. Calvo | León
Un 13,680 es la nota más alta obtenida tras la selectividad y el Bachillerato que ha entrado a la Universidad de León. Saúl Landiera, con esta puntuación que le permitía acceder a muchas carreras, se decantó finalmente por Biotecnología en su ciudad natal. La segunda mejor nota es para Aarón Alonso, que con su 13,378 apostó por Lengua Española y su literatura. Un joven de ciencias y otro de letras lideran el ránking de la institución leonesa con las mejores puntuaciones académicas. Aaron tiene claro que quiere ser profesor de instituto y Saúl no descarta esta opción, aunque por delante está la de ser investigador. Acaban de empezar su vida universitaria y sus familias están muy orgullosas de sus brillantes resultados académicos.
«Ha merecido la pena el trabajo de estos últimos años», señala el futuro biotecnólogo, quien insiste en que no se trata tanto de estudiar mucho como de saber qué es en lo que cada uno debe hacer más hincapié y repartir las horas de estudio en base a ello. «El ambiente de la Universidad es muy abierto y prometedor, tienes muchas opciones como asociaciones, programas de movilidad e incluso alguna fiesta», indica para reconocer que aunque no le gusta mucho salir, cuando lo hace lo «aprovecha» al máximo.
Aarón también está encantado con su nueva vida en la Universidad: «Hay mucho compañerismo, a pesar de que siempre parece que suele haber mucha competición». Él se enfrenta, además, a una singularidad, es trans y como aún no ha hecho el cambio de nombre legal, tiene que ir profesor por profesor explicando su caso. «De momento no he tenido ningún problema, todo ha ido perfecto, igual que con mis profesores de instituto», destaca, a la par que comenta que a falta de una asociación LGTB en la Universidad de León no descarta ponerse manos a la obra y crear una. Trabajo que sumaría a la carrera, sus clases en la Escuela Oficial de Idiomas, deporte, sus encuentros literarios y su pasión por escribir.
«Si algo te gusta tienes que hacerlo y no pensar en las salidas laborales», concreta el futuro filólogo hispánico, en relación a su elección de carrera con una de las mejores notas. «Estos cuatro años serán duros, pero hay que ir poco a poco, acabo de empezar y mientras estudias no hay que frustrarse», sentencia Saúl.