León rebaja otros 3,6 M€ de euros de deuda con el remanente arrastrado del año 2016

álvaro caballero | león

Todo es bueno para la deuda. Conforme a este precepto y los imperativos del Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento de León aprobará el próximo miércoles destinar otros 3.623.088,38 euros a amortizar las operaciones financieras a largo plazo. La nueva remesa de fondos sale del remanente de tesorería para gastos generales de 2016, en el que se acumulan las partidas afectadas que no se gastaron en el ejercicio presupuestario que les correspondía y que se ingresaron de más con respecto a lo que había previsto. El saldo positivo hace que a finales del presente curso la administración municipal vaya a cerrar la contabilidad con 206.896.987,94 euros de obligaciones arrastradas con los bancos, el consorcio de residuos de Gersul y Mercaleón; 1.639,54 euros por cada uno de los 126.192 habitantes del último censo municipal. Nada que ver con los 433.954.000 euros que afinó la auditoría elaborada por Deloitte como rémora pendiente a finales de 2010.

La resta deja 227.057.987,94 euros enjugados en los últimos 7 ejercicios presupuestarios, aunque 80 millones desaparecieron de un plumazo por la renuncia voluntaria a los intereses de demora por parte de los proveedores que se acogieron al plan promovido por el Ministerio de Hacienda. Sin contar con esta cantidad, que en realidad no hubo que pagar, el esfuerzo de la administración municipal de la capital leonesa se reparte en una media de pago de 18,4 millones de euros en cada una de las últimas anualidades para cumplir con pagos e inversiones cuyas facturas se arrastraban, en algunos casos, desde el año 1991 y anteriores.

Pese a la rebaja, el ritmo no decrecerá. De acuerdo a la previsión bosquejada para avanzar en la definición del próximo presupuesto, el Ayuntamiento de León dedicará 19.102.174,67 euros en 2018 para afrontar la deuda: 16.802833,80 euros para la amortización del principal y 2.299.340,87 euros para los intereses correspondientes. El pago se reparte en varias operaciones, concertadas con un total de once entidades financieras, entre las que se reparte la deuda total. Ya no hay ninguna cuenta como saldo pendiente comercial, frente a los 339,7 millones que había en 2010, ni quedan ‘facturas en los cajones’, como se denomina a los 246,4 millones de euros de facturas sin contabilizar y operaciones pendientes de aplicación que figuraban en la cuenta hace 7 años. Todo está bancarizado, como defiende la Concejalía de Hacienda, dirigida por Agustín Rajoy, con la única excepcionalidad de los 5,3 millones pendientes de Gersul y los 377.759,22 euros de Mercaleón.

Si no fuera por estas dos deudas con otras entidades, el Ayuntamiento ya cerraría 2017 en el friso de los 200 millones de deuda. Lo hará a finales del ejercicio siguiente, de acuerdo a la proyección de la Concejalía de Hacienda, que prevé llegar a 31 de diciembre de 2018 con apenas 190 millones de euros por devolver a los bancos.

Serán menos si se vuelve a producir una situación de remanente de tesorería para gastos generales como el que aprobará la comisión informativa de Hacienda este miércoles. El saldo, proveniente de 2016, se debe en su mayoría a gastos de personal que no se ejecutaron, puesto que se presupuestaron el total de nóminas y seguros sociales pero no todas las plazas se cubrieron, y a ahorros logrados en contratos de bienes y servicios. A mayores, se logró que la recaudación de ingresos superara en un 5% a la previsión que se había aprobado en las cuentas municipales. Ahora, todo irá al pago de deuda.