La Policía Local centra la prevención de la violencia de género en los escolares

álvaro caballero | león

Están en «esa edad del primer noviazgo y los primeros besos y no saben muy bien cuáles son los límites», como expone Eva Sahagún. Habla de las jóvenes de entre 14 y 15 años que «no se atreven ni a denunciar porque están en ese primer periodo de violencia» en el que «ni siquiera se identifican como víctimas». «Por eso decidimos que el lema fuera ‘¿La pido yo por ti?’ Porque no saben muy bien todavía que necesitan ayuda», resuelve la agente de la Policía Local encargada de la campaña con la que el Ayuntamiento de León quiere adelantarse en la prevención de la violencia machista para incidir donde primero se manifiesta.

Allí, en los 19 centros educativos que lo han solicitado por ahora, será donde los profesionales del Grupo de Atención a la Mujer (Gamu) desplieguen la estrategia con la que dotar a los adolescentes de «herramientas» para identificar la violencia machista, saber enfrentarse a ella y «concienciar» de la necesidad de que el silencio convierte al entorno en cómplice, como expuso el concejal de la Policía Local, Fernando Salguero. «El objetivo es conseguir unas relaciones igualitarias, solidarias, respetuosas, tolerantes y comprensivas, que promuevan por sí mismas la erradicación de cualquier tipo de discriminación y violencia, en especial la de género», describió el edil, al pie de la guía redactada para las charlas que se impartirán en los colegios e institutos.

La estrategia comienza por un encuentro «con los padres y tutores», como concedió Santiago Llamazares, responsable de la Unidad de Atención a la Familia, en el que se integra el Gamu. La cita, en la que se dan pautas para identificar las señales de alarma y se explica qué hacer en esos casos, da paso a la charla con los adolescentes, con no más de 60 personas en cada una, en las que Eva Sahagún desgrana la guía de intervención. No se trata sólo de seguir una sucesión de imágenes en una pantalla, ni siquiera de los vídeos que se exponen, sino que también «se les interpela para ver cómo responden y qué piensan», reseña la agente de la Policía Local. La confianza ganada sirve para describir los tres tipos de violencia de género —física, psicológica y sexual—, los los ciclos de la misma —fase de acumulación, fase de estallido y fase de arrepentimiento o de ‘luna de miel’— y la incidencia de las nuevas tecnologías, tanto en el control que puede ejercer la paraje, como en su uso para amplificar las conductas sexistas y la existencia de riesgos como el ‘sexting’ o el ‘grooming’. «No hay nada que pueda justificar la violencia ni el maltrato», se lee en el manual para quienes empiezan con los primeros besos.