La falta de personal impidió abrir un sector de San Isidro en pleno puente

a. G. Puente | redacción

La precariedad de la plantilla de San Isidro, en constante merma temporada a temporada, ha mantenido cerrado durante la primera parte del largo puente el sector de Requejines. Prácticamente dos kilómetros y medio divididos entre un par de pistas, que hoy finalmente se incorporarán a la oferta de la estación. Según ha podido conocer este periódico, el retraso en la contratación de trabajadores temporales —aquellos que selecciona de bolsas de empleo propias en distintas categorías profesionales para atender momentos de mayor afluencia o cubrir bajas— ha propiciado el bloqueo de este dominio del espacio blanco más importante de la Cordillera Cantábrica con la consiguiente avalancha de críticas de los usuarios en las redes sociales y lamentos de las escuelas de esquí de la zona.

La elevada cantidad de bajas —más de una docena entre la plantilla estable de la estación y los denominados fijos discontinuos— no permite atender todos los remontes y pistas en servicio, por lo que la Diputación comenzó el lunes el proceso de contratación que no pudo cristalizar hasta ayer debido a los trámites administrativos precisos y los tiempos de espera necesarios entre que hace la oferta y aguarda la respuesta de los candidatos.

San Isidro abrió la temporada del pasado domingo con una oferta de ocho kilómetros repartida entre los sectores de Cebolledo y Riopinos. El lunes comenzó a acondicionar el dominio de Requejines para arrastrar nieve desde los laterales hasta la parte de abajo, justo la zona entre el telesquí y el área de acceso al telesilla, donde había escasez de manto blanco, ya que en esta vertiente las precipitaciones blancas se vieron influidas por fuertes rachas de viento. Con las pistas listas y pisadas, no fue posible abrirlas al día siguiente ni durante la jornada festiva de la Constitución al no contar con personal para atender los remontes de esta zona.

Incluso, la Diputación llegó a enviar a Atudem (Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña) en sus previsiones para el puente once kilómetros de pistas abiertas, aunque no podrá cumplirlas hasta hoy mismo cuando se añadan a los ocho iniciales casi dos y medio de las dos pistas que se pondrán en servicio en el sector de Requejines.

La situación de bloqueo de este dominio en la primera parte del puente ha causado numerosas quejas entre los usuarios, principalmente aquellos con bono anual, y las escuelas de esquí de la estación. A pesar de que hacía cinco años que San Isidro no podía abrir durante el puente, la afluencia no es tan masiva como el sector esperaba, creen que la mayor oferta en superficie esquiable de estaciones de la cornisa cantábrica, como Alto Campoo y Pajares, supone una importante competencia.