LEÓN ■ CUNA DEL PARLAMENTARISMO
El Parlament dice que fue antes que León
La web de la institución que se renueva mañana en las elecciones catalanas fija sus orígenes en una asamblea en Francia en 1027
manuel c. cachafeiro | léon
El Parlament de Cataluña, que mañana celebra elecciones autonómicas para elegir a sus nuevos representantes tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, no se da por aludido y sigue manteniendo que fue anterior a todos los demás, incluidas las Cortes de León de 1188 que dieron lugar a la declaración de la Unesco como Cuna del Parlamentarismo.
En su página web, en el apartado que habla de su historia, señala que su primera asamblea tuvo lugar en Toluges, en el condado del Rosellón francés, en 1027, con la presencia del obispo Oliba de Vic. «Durante el siglo siguiente se convocaron pocas asambleas y la mayoría de acuerdos de paz y tregua se adoptaron en la propia Corte del príncipe (conde de Barcelona y rey de Aragón desde 1137). De esta forma se entroncaron ambas instituciones», explica.
Sin decirlo, quiere decir lo mismo que el expresident Carles Puigdemont, quien hace unos meses, en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, también reivindicó para Cataluña haber tenido el primer parlamento. Puigdemont se apoyó en unas palabras pronunciadas por el músico Pau Casals en 1971, cuando recibió la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas. «Cataluña —dijo Puigdemont citando a Casals— tuvo el inicio de las Naciones Unidas». «Todas las autoridades de Cataluña en el siglo XI se reunieron en una ciudad de Francia —que entonces pertenecía a Cataluña, explicó— para hablar de paz». Con otras palabras, lo mismo que se defiende en la web del Parlament, que sigue presidiendo Carme Forcadell.
Sin embargo, en un apartado de la misma página que sólo está escrito en catalán, se reconoce: «Las Cortes catalanas se componían de tres estamentos o brazos: el brazo militar, que reunía los representantes de la nobleza; el brazo eclesiástico, con los representantes de la jerarquía religiosa, y el brazo real, con los representantes de las ciudades y villas del dominio del monarca». Justo lo que diferencia a las Cortes de 1188, donde se dio voz al pueblo, que es lo que ha llevado a la Unesco a declarar a León como Cuna del Parlamentarismo. Los ‘Decreta’, el conjunto de documentos en los que se apoya a León, «reflejan un modelo de gobierno y de administración original en el marco de las instituciones españolas medievales, en las que la plebe participa por primera vez, tomando decisiones del más alto nivel, junto con el rey, la iglesia y la nobleza».