Las rondas y las entradas convierten al tráfico en el principal motor de molestias
Con una incidencia del ruido industrial y ferroviario en todo el municipio considerada «despreciable tanto si se mide en superficie afectada como en población expuesta», el informe del departamento de Acústica Aplicada de la Universidad de León incide en que, al margen de los locales musicales y el ocio nocturno en la zona peatonal, «la mayor aportación al ruido total se debe al tráfico viario». «Como es lógico», señala Eduardo García Ortiz en el documento, «las vías más ruidosas son los principales conectores dentro de la ciudad y la circunvalación que rodea el municipio».
La conclusión aplicada sobre el terreno presenta un listado de calles en las que se han recogido los mayores niveles de ruido. Pese a que se discrimina en franjas de día, tarde y noche, hay algunas vías que aparecen de forma reincidente, como las carreteras de Asturias y Valladolid, las rondas Este y Sur o las avenidas de Portugal, Salamanca y mariano Andrés.
Junto con estas arterias de circunvalación y entrad y salida de la ciudad, que han asumido buena parte del tráfico y reducido el ruido dentro del núcleo urbano, hay otras más interiores que también se repiten. En este apartado se anotan el rollo de Santa Ana, la glorieta del Auditorio y Guzmán, así como Ordoño II. En esta última, el equipo de gobierno tiene sobre la mesa todavía si procederá a la peatonalización, como le piden todos los partidos de la oposición y llevaban ellos mismo en el plan inicial, o se pliegan a las exigencias de Ciudadanos. La medida reduciría la molestia acústica por el paso de los vehículos, aunque queda abierto qué niveles aportaría el posible aumento de personas en la zona.