Plan de choque en el casco histórico para Semana Santa
La reurbanización de Pablo Flórez, San Pelayo y Serradores se ejecutará a partir del verano
La calle Serradores, en León.
álvaro caballero | león
El mantenimiento del casco histórico se encomienda al cheque de 900.000 euros que el Ayuntamiento de León aprobó ayer a favor de la empresa Domingo Cueto. A razón de 300.000 euros por cada uno de los tres años de compromiso, el consistorio externaliza la atención de las infraestructuras viarias de la ciudad antigua, como ratificó la junta de gobierno local. No serán ya las brigadas municipales, sino el personal de la empresa privada, quien se encargue de atender las necesidades que se generen y que comenzarán por la ejecución de «un plan de choque» con el que se logre el lavado de cara de la zona para la Semana Santa, como avanzó el concejal de Deportes e Infraestructuras, José María López Benito.
Una vez rebasadas las procesiones, más cerca del verano, el turno de intervención le tocará a las dos calles apuntadas como principales en la licitación del contrato: Pablo Flórez y San Pelayo, a las que se unirá también Serradores. Estas vías permanecen como las únicas por reurbanizar de todo el casco histórico, donde entre el proyecto de peatonalización de los años 90 y los dos planes E se logró avanzar en la definición de un espacio urbano singular.
La actuación en estas calles dependerá del calendario que se pacte con la empresa concesionaria. Pero ya en las próximas semanas se iniciará la tramitación urbanística de los proyectos y la petición de los permisos a Patrimonio, que se prevé que estén resueltos en el mes de julio, como apuntó López Benito, con el objetivo de que los trabajos se acometan en «la época estival».
El proyecto, como reseñó el edil, incluye la renovación de las redes y la reurbanización externa. El acabado no se ejecutará con los mismos materiales que en la mayoría de las calles, donde se empleó adoquines de hormigón, sino que se optarán por el método del hormigón impreso que ya se ha estrenado en el vial que une la calle Marqueses de San Isidro con la plaza de los Doce Mártires, en el entorno de la bolera y el parque de San Francisco.
Fuera de estas intervenciones puntuales, el compromiso servirá para atender las deficiencias que se detecten en el casco histórico. El modelo de contratación hace que la baja presentada por la empresa, que se fijó en un 40,66% sobre el tipo de licitación, se use para la ejecución de más unidades de obra pactadas con el consistorio. De acuerdo a esta premisa, que deja un margen de 310.859 euros sobre los 900.000 euros de salida del contrato, los técnicos municipales encargarán el desarrollo de los trabajos en el entorno hasta cubrir el total del presupuesto disponible, aunque ajustado a los 300.000 euros por anualidad.