LEÓN ■ VISITA OFICIAL
Rajoy elogia al primer parlamento del mundo nacido en León frente al desafío de Cataluña
El presidente del Ejecutivo sostiene que los valores democráticos de los Decreta de 1188 son válidos hoy en todo el mundo
Ahora sí. En medio del claustro de San Isidoro, para enmendar el error cometido en Londres cuando colocó al Reino Unido como el primer parlamento del mundo, Mariano Rajoy ensalzó ayer los Decreta como ejemplo frente al desafío de Cataluña. Entre los 17 estatutos,
emanados de las primeras cortes democráticas de la historia celebradas en León en 1188, el presidente del Gobierno insistió en que «están de plena actualidad» al reflejar «algo tan importante como la sujeción de todos a la ley, de todos, empezando por el rey Alfonso IX». «No hay ninguna alternativa a la ley. No la hay porque España es una democracia y es un orgullo poder decir esto desde aquí, desde León, cuna del parlamentarismo y de muchos valores democráticos totalmente válidos hoy en España, en Europa y en el mundo democrático», recalcó el jefe del Ejecutivo central durante su discurso ante los representantes políticos, militares, eclesiásticos, económicos y sociales reunidos en la colegiata leonesa.
Rajoy abundó en que «ese sometimiento de todos al imperio de la ley y el Estado de derecho es el requisito fundamental de una democracia que merezca tal nombre». «En León, esto lo tuvieron claro en el siglo XII y sería bueno que nueve siglos después, en el XXI, lo tuviéramos todos claro en todos los rincones de España», concedió el mandatario popular, tras insistir en que «la Colegiata de San Isidoro es una excepcional demostración de que León es historia de España».
El presidente del Gobierno reseñó, a modo de disculpa por el error de Londres, que la «Unesco incorporó los Decreta en la Memoria del mundo en 2013 como prueba documental, efectivamente, del sistema parlamentario más antiguo que se conoce». El apunte le sirvió para argumentar que «el Parlamento es el templo sagrado de la democracia y es allí donde se acuerdan las leyes que dan vida al Estado de derecho; las leyes que a todos nos obligan, a todos nos liberan y a todos nos igualan», puesto que «sin respeto a la ley no hay democracia, donde no hay ley no hay libertad, y donde la ley termina comienza la tiranía».
La exposición jurídica la enlazó Rajoy con el hecho de que «precisamente la falta de respeto a la ley y el intento de contraponerla a la democracia, cuando de todos es sabido que sin ley no hay democracia, todo esto por parte de algún gobernante de Cataluña ha generado una enorme crisis en nuestro país que nos ha obligado a usar los instrumentos de los que dispone la Constitución para defender la propia Constitución, la democracia y la ley». «Los tres objetivos que me gustaría que se plasmaran en realidad en Cataluña en las próximas fechas son que se imponga el sentido común, que la ley se respete y se cumpla y que recuperemos la normalidad institucional, económica y social. No hay alternativa a esto que acabo de decir», zanjó.
Sin grandes respuestas
Fuera de la actualidad catalana con la que colocó a León en el primer plano, Rajoy hizo un repaso a las infraestructuras ferroviarias para dar plazos en el AVE, pero sin citar siquiera Feve, ni tampoco la autovía León-Valladolid, a pesar de que Silván había dejado caer en su discurso la necesidad de agilizar la construcción del tramo intermedio del corredor para acabar cuanto antes. Como respuesta, el presidente del Gobierno concedió que se quedaba «con las palabras del alcalde», en las que ofreció la ciudad para la implantación de proyectos, dado que «hoy las comunicaciones son más rápidas, se llega antes a todas partes y es verdad que no todo o casi todo tiene que estar concentrado en el mismo sitio». No apuntó ni mucho menos ningún proyecto concreto, pero sí que insistió para desarrollar su concepto que «hay muchas capitales de provincia en toda España, y lo dice un provinciano, que han demostrado que cuando se les concede y atribuyen responsabilidades dan la talla, están a la altura de las circunstancias y son los mejores».
Sin salirse mucho del guión prefijado en los papeles que le colocaron encima del atril, el máximo mandatario del Ejecutivo central también hizo un inciso para atender al capote que le había lanzado el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, para reclamar que se dote de contenido a la Ciudad de la Energía de Ponferrada. Rajoy empezó por alegrarse de que «se hable aquí con satisfacción del ministro de Energía», en referencia a las palabras del presidente autonómico, y desveló que Álvaro Nadal «tiene instrucciones del presidente del Gobierno de intentar conciliar muchas cosas», aunque «no siempre es fácil en ninguna faceta de la vida y probablemente menos cuando hablamos de gobernar los asuntos de la gente». Pese a la indefinición, el mandatario popular subrayó que «hay que hacer un esfuerzo en materia de cambio climático, en materia de energías renovables, pero hay que hacer con inteligencia, con periodo transitorio y buscando alternativas». «Me quedo con sus palabras e intentaré llevarlas a buen término», comprometió.
No fue la única respuesta que envió a Silván y a Herrera, quienes le antecedieron en el turno de palabra. Aunque los despachó con la misma falta de compromiso concreto, Rajoy se disculpó por el hecho de que quiere «que haya un presupuesto y que lo haya pronto». «No depende sólo de mí pero haré lo que esté en mis manos para que sea así. Sólo puedo decir en este momento que haré todo lo que esté en mis manos para poder lograrlo», señaló ante la «necesidad, inquietudes y planteamientos» que los mandatarios municipal y autonómico «les gustaría que se plasmasen en realidades concretas».
El presidente del Gobierno también fijó la falta de apoyos en el Parlamento para atender a la reclamación de un modelo de financiación autonómica». «Quiero que lo haya y que lo haya pronto, entre otras cosas porque voté en contra del anterior, que data ya de 2009. Con 137 diputados no es fácil llevar adelante un modelo de financiación autonómica», expuso el mandatario del Ejecutivo central, que está en su segunda legislatura, después de la mayoría absoluta. «Haré todo cuanto esté en mis manos y espero que todos estemos a la altura de las circunstancias para lograr plasmarlo en una realidad», planteó Rajoy, antes de dejar el escenario de las primeras cortes democráticas del mundo.
R ajoy lanzó mensajes directos a los secesionistas catalanes desde la cuna del parlamentarismo, en el claustro de San Isidoro. RAMIRO / JESÚS
Rajoy recibe explicaciones sobre la historia del panteón de los Reyes de la Colegiata de San Isidoro. RAMIRO / JESÚS