La Otan pone en alerta a los drones militares de León para responder a crisis internacionales

El Grosa, la unidad de drones del Ejército Español con sede en León, será este año «una fuerza de reacción súper rápida» para la Otan, con lo que el batallón leonés deberá «estar alerta» y preparado para que en caso de conflicto internacional o una emergencia humanitaria en la que tengan que intervenir los países integrantes de la organización salir inmediatamente para dar su apoyo a la acción. «El Grosa contribuirá con una unidad RPAS a los compromisos del Ejército Español y a la generación del batallón de inteligencia de la Otan», especificó el jefe del Regimiento de Inteligencia, el coronel Ángel Segundo Gómez González, en su visita a la Base Conde de Gazola del Ferral, donde tiene su sede el batallón del drones, única unidad de inteligencia con estos aviones sin piloto con los que opera el Ejército Español y que depende del regimiento, con sede en Valencia. De momento, están «stand by», pendientes de un posible aviso.

La unidad leonesa estará así disponible para cualquier tipo de operación, desde acciones «de apoyo a la paz» a actuaciones humanitarias. El Grosa estará este año integrado en la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (conocida a nivel internacional como VJTF, por su siglas en inglés de Very High Readiness Joint Task Force) y estaría enmarcado en lo que se denomina Fuerza de Respuesta de la Otan 2018 (también conocida en el argot militar internacional como NRF, por sus siglas en inglés). La última vez que se activó esta fuerza conjunta fue en el 2005, cuando los soldados españoles que integraban la fuerza de respuesta tuvieron que acudir a Pakistán para prestar su apoyo al país tras sufrir un terremoto en 2005, cuando se desplazaron un millar de soldados, de los que 300 eran españoles.

Los militares del Grosa deberán estar este año, además de militarmente preparados, con la cartilla de vacunación al día y el pasaporte en regla para poder desplazarse a cualquier país del mundo en el que se requieran sus servicios de inteligencia. La carga útil que llevan los Searcher, los RPAS —como se denomina actualmente a los vehículos no tripulados de mayor capacidad operativa— con los que opera el Grosa es una cámara que permite obtener y transmitir información tanto de día como de noche. El batallón de drones aportará a la Fuerza de Respuesta de la Otan una de sus cuatro unidades de vuelo, integrada por una estación de control, desde donde se pilota el RPAS, un antena que permite la conexión entre la estación y el dron, y tres Searcher, a los que se sumará todo el personal que conforma la unidad de acción, desde los operadores de vuelo al personal de mantenimiento y los responsables de analizar en primera instancia las imágenes de las cámaras de los drones. En caso de que la misión de la Otan se alargue, el resto de los integrantes del Grosa deberán dar relevo a sus compañeros.