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LEÓN ■ EN BUSCA DE SOLUCIONES

La prisión de Villahierro experimenta en seguridad

El Centro Penitenciario Provincial de León instruirá a sus funcionarios en la prevención y respuesta a situaciones conflictivas; Dueñas en Palencia y Topas en Salamanca entran en el programa, del que se queda fuera Valladolid.

Interior de las instalaciones del Centro Penitenciario Provincial de Villahierro. JESÚS F. SALVADORES

León

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El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro ha sido elegido como una de las sedes de una experiencia piloto que pondrá en marcha la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, a través del Área de Formación de la Subdirección General de Recursos Humanos, para experimentar un curso de prevención y respuesta ante situaciones conflictivas. Está destinado a los funcionarios de cada uno de los centros y en Castilla y León han sido elegidas también las prisiones de La Moraleja-Dueñas (Palencia) y Topas (Salamanca). Queda fuera del programa el Centro Penitenciario Provincial de Valladolid, afincado en Villanubla, que comparte la condición de suplente junto a Jaen. Badajoz, Ocaña I y Madrid I (Alcalá de Henares, que es cárcel exclusivamente femenina).

Las «acciones formativas» deberán haber sido completadas antes del 2 de marzo del presente año y se insta a las direcciones de los centros a poner en marcha el plan a partir del 19 de febrero como muy tarde. Son prioritarios los funcionarios de los módulos en régimen cerrado, el departamento de Enfermería y el área de ingresos. Instituciones Penitenciarias recuerda en una circular, remitida a los centros con fecha de 29 de enero que se trata de una actividad «de carácter obligatorio».

Villahierro registró media docena de ataques a funcionarios en el último ejercicio, cifra que se eleva a 30 en los últimos cuatro años. Los dos últimos incidentes significativos se registraron en 2016. A mediados de agosto, tres funcionarios resultaron heridos (uno con un desprendimiento parcial de una oreja) como consecuencia de una agresión por parte de un interno de 24 años de edad, que la emprendió a sillazos contra la cabina de control, presuntamente por un problema con la medicación a la que estaba sometido.

CON UN PINCHO

El otro episodio fue en octubre, un interno trató de secuestrar a un funcionario experto y con más de 25 años de antigüedad en la penitenciaría, tras obligarle con un pincho de 18 centímetros a dirigirse al economato, donde los dos quedaron a solas: «Tú vas a ser mi pasaporte para salir en libertad», le dijo el interno, que ya había protagonizado anteriores incidentes similares en otras prisiones del país y cumplía una pena de 20 años por asesinato. El programa se centra en el protocolo específico de actuación frente a las agresiones en los centros penitenciarios. Aplica técnicas destinadas a la prevención de las agresiones, «identificar momentos regimentales que puedan provocar situaciones conflictivas, analizar los procedimientos de actuación para prevenir situaciones conflictivas, dominar las técnicas de negociación y resolución de cualquier conflicto y conocer el plan de seguridad del centro así como los principios legales necesarios en caso de tener que utilizar medios coercitivos», según explica el programa de actividades.

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