Diario de León

experiencia histórica

El precedente de los módulos de respeto

La cárcel de León ya fue pionera en un sistema que se implantó en el resto del país.

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m.a.z. | león

Villahierro ya ha sentado precedentes históricos a lo largo de su trayectoria. Fue la primera penitenciaría del país en la que se instauró el sistema de módulos de respeto, que posteriormente incluso se exportó a otros países. Aquello fue ya en el año 2001.

Un módulo de respeto es una unidad de separación interior dentro de un centro penitenciario. La finalidad es lograr un clima de convivencia y máximo respeto entre los residentes del módulo. En ellos el interno deja de vivenciar el módulo y sus normas como «algo impuesto» para considerarlo como «algo propio». El factor fundamental es la participación del interno en la vida, las tareas y las decisiones del módulo, a través de grupos de trabajo y comisiones de internos.

LABOR DE TODOS

Todos los internos deben contribuir al mantenimiento y cuidado de los espacios físicos de su módulo y al desarrollo de las actividades diarias que allí se realizan. Para este fin se organizan grupos fijos encargados cada uno de ellos de una «zona del módulo», por ejemplo la sala, el comedor, la galería, el patio, los cristales, los talleres ocupacionales, etc. Cada grupo se responsabiliza de que cada zona se encuentre en perfectas condiciones durante todo el día.

Cada grupo lo componen un número de internos y tiene un interno responsable. Tiene asignada una zona durante una semana. Esta asignación dependerá de la suma de evaluaciones individuales que haya recibido el grupo durante la semana previa. De este modo se persigue el incremento de la responsabilidad personal puesto que el comportamiento individual repercute en el colectivo. Semanalmente el grupo que mejores valoraciones haya obtenido es el primero en elegir la tarea a desarrollar.

Todos los internos deben reconocer que sus compañeros tienen la legitimidad y el derecho de exigir, de forma socialmente aceptable, el cumplimiento de las pautas de comportamiento establecidas en su ámbito de responsabilidad. Se apela por tanto también a la solidaridad colectiva. El responsable del grupo se encarga de repartir el trabajo de forma equilibrada entre sus componentes. También de solucionar los problemas internos que puedan surgir. Orientará a los internos que se incorporan por primera vez al grupo. Y como representante acudirá a la reunión o asamblea de responsables que se celebra semanalmente.

EVALUACIÓN SEMANAL

La evaluación de los internos tiene repercusiones en la colectividad. Se trata de crear una presión grupal positiva, que favorezca valores como la solidaridad, la responsabilidad y el respeto mutuo.

La evaluación también sirve de base para la toma de decisiones relativas al interno, su evolución, o servir de soporte de informes para órganos o autoridades administrativos o judiciales. El sistema de evaluación es complejo. Trata de reproducir, una vez más, el modo de funcionamiento de la sociedad general. Se intenta que el interno evite recibir sanciones comportándose normalmente. No se están exigiendo conductas extraordinarias sino que cada uno cumpla lo que se espera que debe hacer dentro de los límites que a cualquiera se le podría pedir. La evaluación se realiza a diario y semanal.

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