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Propone a su camarera que vaya a trabajar en bikini y lo condenan a pagar 3.000 euros

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León

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dl | redacción

Un individuo de 65 años, propietario de un bar localizado en el sur de la provincia de León, fue condenado a pagar diez meses de multa a razón de diez euros diarios por acosar sexualmente a una camarera que trabajaba en su establecimiento, con propuestas constantes para que se acostara con él y la exigencia de que fuese a trabajar en bikini y que colgara en el establecimiento fotos suyas desnuda.

Entre el año 2012 y el mes de agosto de 2014, el acusado, propietario de un bar en un pueblo del sur de la provincia de León, propuso en varias ocasiones mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, a la mujer que tenía contratada como camarera. Asimismo según recoge la sentencia «le decía que tenía que ir a trabajar en bikini, hacerse fotos desnuda y colocarlas en la pared, y en una ocasión le levantó el jersey y le dio un masaje en la espalda sin su consentimiento».

También se declara probado que como consecuencia de esta situación, la mujer sufrió un trastorno adaptativo mixto de tipo ansioso depresivo de carácter leve.

El Juzgado de lo Penal número 1 de los de León condena al acusado por un delito de acoso sexual, a la pena de 10 meses de multa, con una cuota diaria de 10 euros.

Asimismo le prohíbe aproximarse a la mujer, a una distancia inferior a 100 metros, de su domicilio, lugar de trabajo y cualquiera en que se encuentre, y de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento, directa o indirectamente, por un plazo de dos años. Esta sentencia, que fue dada a conocer ayer por la Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales (Adavas), puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de León.

La víctima es una joven de origen ruso y sufrió un trastorno adaptativo de carácter leve a consecuencia de los hechos, cuya fecha inicial de juicio era finales de octubre.

La defensa del procesado sostenía que con fecha de 29 de agosto de 2014 se le comunicó a la camarera la extinción de su contrato, que tendría efectos de 15 de septiembre. Pese a que inicialmente no hubo ninguna reacción el 8 de septiembre presentó una denuncia ante la Policía Local de León, donde manifestó que no había ningún testigo de estas proposiciones de su jefe y que estas sugerencias se habían extendido a amigos y clientes del propietario del bar, pese a que nunca antes había denunciado comportamientos de estas características. El juez no lo cree probado.